La fiesta con los recursos

De tan censurables utilizaciones no escapan los municipios del Tolima receptores de regalías ya que todos recuerdan los episodios relativos a la construcción de un colegio en Melgar que salió costando cuatro veces lo que uno el doble de grande en Ibagué y los reiterados despilfarros en otro municipio petrolero como Purificación.

La primordial razón por la cual el Gobierno nacional decidió modificar la asignación de las regalías fue el despilfarro y el saqueo de los irremplazables recursos en las aviesas manos de gobernadores y alcaldes que en lugar de sembrar las bondades que la naturaleza brindó a sus regiones se dedicaron a malbaratarlas, desperdiciarlas o apropiárselas sin ninguna racionalidad ni beneficio colectivo.

Por doquier aparecieron elefantes blancos que solo han producido tristeza y frustración mientras las acuciantes necesidades se multiplican.

También ocurrió que, en ocasiones, pagaron justos por pecadores ya que se aplicó tabula rasa y se limitó las regalías tanto a los que los emplearon a conciencia como a los que las desperdiciaron irresponsablemente y deben ser sancionados por el estropicio causado.

Hacer una relación del derroche no cabría aunque se usara todo el espacio de la presente edición, pero todos recuerdan los puentes donde no existían ríos, acueductos carentes de agua, pistas internacionales de coleo, piscinas con calefacción en municipios tropicales, velódromos donde no hay pedalistas, bibliotecas sin libros ni bibliotecarias, arcos tallados en madera y un sin fin de irracionalidades mientras los municipios carecen de acueducto, alcantarillado, hospital, aulas suficientes y adecuadas, vías en buen estado o apoyo a estudiantes y familias necesitadas.

De tan censurables utilizaciones no escapan los municipios del Tolima receptores de regalías ya que todos recuerdan los episodios relativos a la construcción de un colegio en Melgar que salió costando cuatro veces lo que uno el doble de grande en Ibagué y los reiterados despilfarros en otro municipio petrolero como Purificación.

En este último hace unos años se construyó por una suma millonaria una plaza de toros que nadie usa, pues en las ferias prefieren habilitar una precaria construcción en guadua y muchos recuerdan la biblioteca sin libros ni bibliotecaria o el acueducto carente de agua. Pero como los malos hábitos se resisten a morir el actual alcalde Ricardo Guarnizo Morales pretende utilizar cerca de dos millardos de pesos de los 25 que le corresponden al municipio por regalías en la reparación de la inútil plaza de toros mientras el hospital carece de lo esencial, el megacolegio no tiene cerramiento y los bachilleres se frustran por no contar con recursos para continuar su educación.

No vale siquiera el drama de Venezuela o los despilfarros en Arauca, Casanare o Meta para poner coto a la irresponsabilidad.

REDACCIÓN EDITORIAL

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