Perturbando el sueño

De acuerdo con recientes expresiones del burgomaestre, este rotativo molesta la plácida gestión del primer mandatario de la ciudad (tan elogiada por ciertos noticieros radiales a tarifa) cuando en sus páginas se refleja el malestar ciudadano por el lamentable estado de zonas del municipio como son las del centro de la ciudad.

A los primeros que se les atribuye la denominación del periodismo como “el perro guardián de la sociedad” o “el perro guardián de la democracia” es a los ingleses John Milton en su escrito Aeropagíta y a John Stuart Mill en varias conferencias escenificadas en Londres. Aunque otros señalan al segundo presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson, de haber empleado calificativos similares al referirse al oficio. El Alcalde Ibagué utiliza otro término: el sirirí, un pájaro que molesta con sus sonidos la bucólica paz de hacendados que duermen la siesta en hamacas en sus fincas del Valle.

De acuerdo con recientes expresiones del burgomaestre, este rotativo molesta la plácida gestión del primer mandatario de la ciudad (tan elogiada por ciertos noticieros radiales a tarifa) cuando en sus páginas se refleja el malestar ciudadano por el lamentable estado de zonas del municipio como son las del centro de la ciudad.

Pues bien, ese, entre otros, es el oficio del periodismo, que no solo hace uso de su derecho constitucional, sino lo toma como un deber que no tiene fecha de vencimiento.

Si al Alcalde molesta que se le critique por la falta de acción respecto del estado del centro de la capital del departamento, a un mes de completar el tercer año de su mandato y casi dos y medio de haber recibido la autorización del Concejo para endeudar al municipio y conseguir los fondos para, entre otras cosas, realizar esas tareas, es preciso recordarle que más molestos están sus gobernados por la penosa situación de la zona central de la ciudad.

Pero allí no cesan los ladridos ni los cánticos del sirirí, pues estos crecen y se agudizan por razón de que no se ha hecho nada con el acueducto complementario, a cuyos contratistas se les pagó el anticipo correspondiente en el 2010, para una obra que, de acuerdo con los planos y estudios del IBAL y el Ministerio, deberían entregarse 10 meses después, para así poder utilizar los 70 millardos de pesos que el gobierno central ha prometido para solucionar el primordial problema de la ciudad.

Como sigue esperando la ciudadanía que se le dote a la ciudad de un adecuado Plan de Ordenamiento Territorial POT más de 10 años después de la implementación del desueto, incompleto y nada técnico que hoy está en vigencia.

De la misma manera que no se observa solución para el problema del transporte colectivo y la participación de Ibagué en el programa subvencionado por el gobierno nacional en un 70 por ciento, llamado Ciudades Amables.

Como se sigue postergando la iniciación de los trabajos de construcción de las instalaciones para los XX Juegos Nacionales, inicialmente programados para julio de 2015, ya aplazados para noviembre del próximo año y para los que el Alcalde está pidiendo una nueva prórroga para marzo de 2016, sin haber echado la primera palada de tierra ni solicitado el permiso de Cortolima para talar los árboles en la zona de ejecución de las obras

El agua para los mil 100 apartamentos de El Tejar, prometida para mayo de 2014 ya se ha aplazado para febrero de 2015 y se hacen plegarias para que la nueva fecha resulte cierta.

En tanto Ibagué sigue de cuarta en desempleo, bien lejos de la media nacional, y en educación la capital del Tolima ocupa un mediocre lugar en las Pruebas Saber y el mejor colegio oficial de Ibagué (el Santa Teresa) ocupó el puesto 441 entre 1181 evaluados (otrora era el décimo o el vigésimo).

Ni modo, hay que seguir ladrando aunque moleste el plácido sueño del burgomaestre.

REDACCIÓN EDITORIAL

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