Editorial: En búsqueda de la cordialidad, la paz y la independencia

De otro lado la fecha ha sido determinada por las Farc para declarar un cese unilateral de hostilidades tras un período de agresiones sin cuento, sin razón y sin criterio con ataques a la infraestructura, la industria petrolera, la sociedad civil y el ecosistema.

En búsqueda de la cordialidad, la paz y la independencia

Coinciden otros dos eventos de gran significación con los 205 años del grito de independencia en Colombia en 1810. Aunque lo ocurrido en Bogotá ya no es de conocimiento de los alumnos de escuelas y colegios (como bien se pude apreciar en un muestreo sencillo) todavía hay quienes izan el pabellón nacional y salen a ver los desfiles militares.

En esta ocasión la fecha marca la reanudación oficial de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, rotas en enero de 1961 por decisión del recién posesionado gobierno de John F. Kennedy y que ha estado acompañada de un bloqueo comercial que, a más de inútil, solo ha servido para el sufrimiento de la población cubana y el afianzamiento del régimen de los Castro.

Con el papa Francisco de mediador hoy se reanudan las relaciones y comienza a recomponerse una amistad que se deterioró hasta volverse de tal manera agresiva que estuvo a punto de provocar un enfrentamiento nuclear con la crisis de los cohetes, que llevó a millones de cubanos a emigrar (más de 1.2 millones viven en el solo Miami) y que, todavía, tiene asuntos por resolver como lo son el embargo comercial y la ocupación de la base de Guantánamo.

De otro lado la fecha ha sido determinada por las Farc para declarar un cese unilateral de hostilidades tras un período de agresiones sin cuento, sin razón y sin criterio con ataques a la infraestructura, la industria petrolera, la sociedad civil y el ecosistema.

La paz que estuvo en vilo vuelve a tomar rumbo con actos que se van acumulando: la liberación de un oficial, el desminado conjunto, moderación en los calificativos y promesas de desescalamiento.

A lo anterior se suma el establecimiento de límites en el tiempo para que las tareas emprendidas rindan sus frutos y las conversaciones no se conviertan en un interminable cruce de palabras sin efecto.

El 20 de julio marca, entonces, el inicio de un nuevo trato en el Caribe, un nuevo intento de alcanzar la paz en Colombia y de recordar que llevamos 205 años sin acallar los fusiles ni consolidar la independencia.

REDACCIÓN EDITORIAL

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