Ha transcurrido el primer mes del plazo establecido por las Farc, el pasado 20 de julio, por medio del cual se estableció una tregua unilateral de parte del grupo guerrillero para sus acciones bélicas. Simultáneamente ha discurrido el compromiso del Gobierno de no bombardear campamentos guerrilleros de las Farc que no signifiquen peligro para la ciudadanía ni se encuentren en la cercanía de los centros poblados.
Como los dos compromisos se convirtieron en elementos esenciales que permiten el avance de las conversaciones y la construcción de confianza entre las partes y como en el entorno existen enemigos (no muy agazapados) de la paz a quienes les interesa afectar el proceso así como intentar hacerlo fracasar, es que algunas organizaciones y entidades de la sociedad civil, unidas a organismos nacionales e internacionales de protección de los ciudadanos y los derechos humanos, se han convertido en veedores voluntarios de lo que ocurre para, de esta manera, y con el concurso de sus afiliados y asociados dar fe de lo acontecido, gracias a la confianza que se tiene en los miembros de las organizaciones y a que estos están ubicados en diferentes lugares de la geografía y tienen un conocimiento cercano de su entorno y el proceder de sus conciudadanos.
Es así como en el Tolima se conformó un mesa de seguimiento al cese unilateral del fuego y el desescalonamiento del conflicto armado. De la citada mesa participan la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo, la Asesoría de Paz de la Gobernación del Tolima, la Fundación de Solidaridad con los Procesos Políticos, la Comisión Regional de Conciliación y Paz, la Corporación Reiniciar y varias organizaciones adscritas al Frente Amplio por la Paz.
Pues bien, la mesa evaluó lo sucedido en el Tolima relacionado con los dos compromisos durante el mes en comento y encontró que las partes han cumplido satisfactoriamente con lo acordado, en lo que concierne al departamento y señalan que no se ajustan a la verdad versiones de medios radiales que daban cuenta de la ruptura de la tregua.
Como las Farc han ampliado indefinidamente el plazo de tregua unilateral y el Gobierno parece dispuesto a hacer lo mismo respecto de los bombardeos la mesa ha renovado su intención de continuar el seguimiento de tales compromisos con la participación de sus organizaciones. La sociedad toda debe velar por la promoción y el cuidado de las señales de paz.
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