Editorial: Decisiones y antecedentes de un ejemplar proceso

No sobra recordar que a Velásquez Gómez nunca se le nombró magistrado pleno (aunque exhibía sobrados méritos) y fue abruptamente relevado de sus funciones investigativas en la CSJ por el presidente de dicha institución Leonidas Bustos en acción poco clara.

El pueblo de Guatemala acaba de ofrecer un ejemplar proceso institucional y democrático que complementa la prolongada lucha que libró para superar el oscuro período de violencia que desangró al país centroamericano.

En efecto, tras un proceso investigativo liderado por el colombiano Iván Velásquez Gómez, salió a la luz un esquema de corrupción por medio del cual un grupo criminal llamado La Línea se había confabulado para percibir enormes sumas de dinero (1.5 millardos de dólares) a cambio de exonerar fraudulentamente a empresarios de pagar impuestos de importación.

Las investigaciones del equipo de Velásquez se hicieron públicas y condujeron a un masivo y pacífico movimiento popular de protesta que se ha cerrado con la renuncia y encarcelamiento del presidente Otto Pérez Molina (quien deberá afrontar un juicio) y que ya había conseguido la destitución de la vicepresidenta Roxana Baldetti y varios funcionarios de alto rango que están presos o huyen de la justicia.

Entre tanto ha sido encargado de la presidencia el vicepresidente Alejandro Maldonado hasta el 14 de enero cuando deberá entregar el poder al elegido en las elecciones del domingo.

Resulta paradójico que en Colombia se haya soslayado el estupendo y vertical trabajo de Velásquez Gómez, quien en Guatemala es venerado como un verdadero héroe.

Es apropiado recordar algunas de las muchas gestiones del exmagistrado auxiliar de la Corte Suprema de Justicia CSJ que lo han hecho acreedor a distinciones internacionales como la International Bar Association IBA que le otorgó el Premio Mundial de Derechos Humanos o la señalada por la Asociación de Jueces Alemanes.

Entre otras valerosas y ejemplares actuaciones realizadas por el jurista colombiano se destaca la que tuvo lugar entre el 2006 y el 2012 en la Comisión de Apoyo Investigativo de la Sala Penal de la CSJ en la que lideró el equipo encargado de investigar las criminales relaciones entre congresistas y grupos paramilitares que condujo a la condena de 50 congresistas, el proceso de otros 10 y la vinculación de 130 más.

Por su enhiesta y vertical tarea que no se arredró ante oscuros poderes fue interceptado en sus comunicaciones y seguido él y su familia por el DAS. Fue víctima de una falsa y calumniosa campaña auspiciada por Mario y Santiago Uribe (primo y hermano del expresidente ) en la que involucraron a un antisocial apodado Tasmania (que luego se retractó) para que acusara a Velásquez de ofrecerle dinero para inculpar al exmandatario. Simultáneamente se detectó que el excongresista Óscar Suárez Mira había pagado 100 millones de pesos para construir un esquema similar; el abogado del excongresista Luis Alberto Gil (Ramón Ballesteros) fue filmado cuando ofrecía 100 mil dólares a otro antisocial para acusar a Velásquez, e igual procedimiento se produjo por parte del fallecido Luis Humberto Gómez y el exrepresentante Javier Ramiro Devia.

No sobra recordar que a Velásquez Gómez nunca se le nombró magistrado pleno (aunque exhibía sobrados méritos) y fue abruptamente relevado de sus funciones investigativas en la CSJ por el presidente de dicha institución Leonidas Bustos en acción poco clara.

¿Qué dirá ahora Bustos?

REDACCIÓN EDITORIAL

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