Editorial: Época de emergencia

De tal manera que es hora de emitir intensos llamados y poner en práctica programas educativos para que la comunidad tome consciencia acerca de la imperiosa necesidad de hacer un uso racional del agua, de evitar conductas irresponsables como quemas y cacerías con fuego y de ahorrar energía eléctrica.

Las advertencias del Ministerio de Ambiente y los organismos de prevención respecto de los efectos del fenómeno de ‘El Niño’ ya no solamente se refieren al cuidado que se ha de tener con el uso del agua, sino que se han extendido al consumo de energía eléctrica. Además ya se hacen precisiones acerca de que el período seco llegará hasta más allá del primer trimestre de 2016.

Lo particular en esta ocasión estriba en que el Tolima, e inclusive su capital, no solo están entre los que registran la mayor incidencia por lo ocurrido y los mayores estragos por la sequía, sino también generan alarma sobre lo que puede suceder de aquí a marzo del próximo año.

De hecho el Ministro de Ambiente ha hecho un par de visitas seguidas a la región (cosa inusual) y se ha pronunciado en ambas ocasiones sobre la necesidad de ser muy cuidadosos con el uso del agua y con el ahorro de energía en razón de que se reducen a ojos vista las reservas de agua.

La nueva advertencia se refiere al hecho de que en 300 municipios del país ha sido necesario iniciar el racionamiento del agua, de los cuales son 15 los municipios del Tolima y entre ellos se incluye Ibagué.

Lo anterior se suma al hecho (ya registrado) de que Ibagué es la capital en donde más ha subido la temperatura (+ 4.5 grados) en el último año, a que en 46 de los 47 municipios se han producido incendios forestales y a que ya han ardido 11 mil hectáreas (entre ellas más de 110 de cultivos).

Ya se sabe que habrá otros seis meses de canícula y se advierte que el Departamento será uno de los más afectados. También, que el gobernador ha declarado la alerta roja, pues se revela que se carece de elementos esenciales para atender la emergencia. De tal manera que es hora de emitir intensos llamados y poner en práctica programas educativos para que la comunidad tome consciencia acerca de la imperiosa necesidad de hacer un uso racional del agua, de evitar conductas irresponsables como quemas y cacerías con fuego y de ahorrar energía eléctrica, pues se avecina una temporada bien compleja que requiere del compromiso de todos.

REDACCIÓN EDITORIAL

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