Editorial: Embustes costosos

No lo dice la Contraloría pero si se revisa el material publicado se encuentra que la administración lo utilizó para propalar fantasías y embustes, en gran medida sustentados con unos renders sobre los escenarios de los Juegos Nacionales, que se convirtieron en una de las mayores falacias y actos de corrupción de los que se tenga memoria, como lo ha venido señalando la Fiscalía.

En nuestra edición del pasado lunes se publicó un informe de la Contraloría Municipal de Ibagué en el que con base en una muestra de 27 contratos de publicidad de los 401 realizados durante el cuatrienio de Luis Hernando Rodríguez Ramírez por un valor de 5.9 millardos de pesos, se da cuenta del desorden, el descuido, la falta de propósito (o los propósitos ocultos) y el nulo trabajo de planeación y seguimiento a dichas erogaciones.

Ya se ha hecho suficiente hincapié en la forma desprolija con la que se adjudicaron cuantiosos recursos a periodistas cuya función fue hacer continuas loas a una administración fracasada y en medios con poca o ninguna audiencia, lo que el informe de la Contraloría solo viene a recabar en la apreciación varias veces expresada.

El citado informe hace señalamiento en un especial contratado con la revista Semana titulado “Huila y Tolima. Con el viento a favor”, publicado en diciembre de 2014 y que le costó al municipio la suma de 348 millones de pesos.

Nadie duda de la eficacia de esta publicación dada la aceptación nacional del medio, lo que censura la Contraloría es la forma en que se realizó el contrato (firmado cinco días después de la publicación) de modo que se configura el pago de hechos cumplidos y sin respaldo presupuestal.

No lo dice la Contraloría pero si se revisa el material publicado se encuentra que la administración lo utilizó para propalar fantasías y embustes, en gran medida sustentados con unos renders sobre los escenarios de los Juegos Nacionales, que se convirtieron en una de las mayores falacias y actos de corrupción de los que se tenga memoria, como lo ha venido señalando la Fiscalía.

Hay que recordar que la publicación fue hecha en diciembre de 2014 cuando quedaban apenas 10 meses para la inauguración de las justas y ya eran legión quienes advertían que los plazos se acortaban y de no mediar una acción clara y definida habría de producirse el gran fiasco del que fue testigo el país.

La publicación conducía a equívocos, más cuando el alcalde decía “estamos seguros de que haremos los mejores juegos de la historia”. De hecho fueron muchas las llamadas recibidas en esta redacción de miembros de la diáspora tolimense que hacían fiestas sobre las maravillas aparecidas en las ilustraciones y que consideraban como un hecho.

Costó trabajo explicarles que todo era fruto de engaños y fantasías y que lo más seguro es que habría de producirse un fracaso vergonzoso. Como decían los romanos: “Lo escrito, escrito está”.

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios