Fidel: el líder revolucionario que se convirtió en dictador

No es para menos, pues Castro gobernó Cuba más de 40 años, tiempo en el que despertó odios y amores, guiado bajo su ideología comunista, aquella que terminó llevando al exilio a más de un millón de cubanos

o primero que hay que decir sobre Fidel Castro, es que sin ninguna duda fue uno de los líderes mundiales más representativos del siglo pasado. La noticia de su muerte fue registrada por todos y cada uno de los medios de comunicación en el mundo, lamentada por muchos, y tristemente celebrada por otros tantos (ninguna muerte debería ser celebrada, fuera quien fuera).

No es para menos, pues Castro gobernó Cuba más de 40 años, tiempo en el que despertó odios y amores, guiado bajo su ideología comunista, aquella que terminó llevando al exilio a más de un millón de cubanos.

No obstante, sería imposible negar el legado castrista y lo que trajo consigo la revolución cubana, no solo para la isla, sino para los países de América Latina. Por un lado, y aunque las antiguas fachadas de sus casas retratan el atraso en el tiempo, hoy son varias las ventajas que tiene Cuba respecto a los demás países, incluido el nuestro. Basta con recordar que el acceso a la salud y a la educación en todos sus niveles es totalmente gratuito, y según lo han reconocido organismos internacionales como la ONU y la Unesco, sus modelos son ejemplo para las demás naciones del mundo.

Igualmente, la Unicef ha reconocido que en Cuba, el índice de desnutrición infantil es de 0%, siendo esto, motivo de vergüenza, para países como Colombia, en donde según datos del Instituto Nacional de Salud, casi 2.000 niños menores de cinco años han muerto por hambre en la última década.

Por otra parte, la influencia de la revolución cubana liderada por Fidel, alentó a otros líderes y revolucionarios del continente, a sublevarse, y nacieron guerrillas como los Tupamaros en Uruguay, las Farc en Colombia, y militares como Hugo Chávez llegaron al poder luego de haber empuñado las armas. Relacionado con ello, no se puede ocultar el descontento de ese millón de cubanos que hoy residen en Estados Unidos, Canadá, y otros países del mundo, en un exilio casi que permanente. La instauración de un gobierno comunista, considerado por muchos como un régimen dictatorial, desencadenó denuncias por violaciones a los derechos humanos, constantes restricciones a la prensa, y la detención de presos políticos opositores al oficialismo del castrismo, opacando así, las cosas favorables que tiene Cuba para mostrarle hoy al mundo.

Líder revolucionario o dictador, la historia dirá que una buena porción de ambos. Lo cierto es que su legado y su imagen trascenderá y será recordada con el pasar de los años, ya sea con aquel uniforme verde oliva que lo caracterizó durante la mayor parte de su gobierno, o con aquellas chaquetas Adidas que terminó luciendo en el ocaso de su vida. Aquello hasta el último día fue para muchos una gran contradicción ideológica.

REDACCIÓN EDITORIAL

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