Editorial: El descaro de la defensa de Orlando Arciniegas

Probablemente lo que quiera decir Wílmer Manchola, testaferro de Arciniegas, responda algunas de nuestras inquietudes, pues su abogado manifestó recientemente que está negociando un principio de oportunidad, a cambio de que Manchola cuente todo lo que sabe, y que según él, sus declaraciones estremecerán políticamente a la ciudad.

Como una burla ante los ibaguereños que reclaman justicia, fue pospuesta por segunda vez, la audiencia preparatoria de juicio oral, del cerebro del desfalco de los pasados Juegos Nacionales, Orlando Arciniegas Lagos.

Su abogado defensor Samuel Duarte, no se presentó a la audiencia, alegando estar recluido en una clínica a causa de una enfermedad de riñón. Aunque la incapacidad presentada fue corroborada por la Fiscal del caso, la excusa médica tenía vigencia únicamente de dos días, lo cual resulta extraño y genera algunas suspicacias, en la medida en que generalmente ese tiempo no sería suficiente para que una persona pueda reponerse de una enfermedad como la referida por Duarte.

No obstante, y considerando que un quebranto de salud es un tema humano del cual ninguna persona está exenta, lo reprochable del asunto, es que no se haya hecho uso de la figura de abogado suplente, para cuando una situación como la ocurrida, se presenta. Evidenciando así, que pareciera haber un afán descarado por parte de la defensa de Arciniegas, en dilatar el proceso, y torpedear sus avances.

En eso concuerda Gladys Gutiérrez, jurídica del municipio y representante de todos los ibaguereños en el caso, quien afirmó que la dilación del proceso solo busca un virtual vencimiento de términos, que según ella, en esta oportunidad no tendría cabida.

Sin embargo, y con la poca celeridad del aparato judicial colombiano, es preocupante que ante la prolongación del juicio, puedan interferir otro tipo de factores y maniobras que beneficien a Arciniegas Lagos.

Hoy cuando algunos de los involucrados como Amaury Blanquicet Pretel, Jorge Navarrete, Carlos Heberto Ángel y Wílmer Manchola, han colaborado con la justicia llegando a algunos preacuerdos, también hace falta que algunos que siguen intactos, y que ante la voz del pueblo tienen responsabilidad en el descalabro, sean involucrados y anexados al proceso jurídico del robo más grande que le han hecho a Ibagué, quizás en toda su historia.

Probablemente lo que quiera decir Wílmer Manchola, testaferro de Arciniegas, responda algunas de nuestras inquietudes, pues su abogado manifestó recientemente que está negociando un principio de oportunidad, a cambio de que Manchola cuente todo lo que sabe, y que según él, sus declaraciones estremecerán políticamente a la ciudad.

Aún seguimos esperando que se aclare la situación del exalcalde Luis H. Rodríguez, y se determine cuál fue realmente su responsabilidad, y la de sus personas más allegadas. Solo el tiempo nos dirá que fue realmente todo lo que pasó. Igualmente, toda la ciudad, está a la espera de que el prófugo exsecretario de Hacienda, Oswaldo Mestre, y sobre quien recae una orden de captura, aparezca y ponga la cara ante la justicia.

La nueva audiencia contra Arciniegas quedó programada para el próximo 21 de diciembre, veremos si en el tercer intento, finalmente su defensa aparece, o si les da nuevamente por no asistir, y de pronto argumentar que para ese día, no pudieron tampoco hacer presencia ante la justicia, porque estaban ocupados comprando los regalos de Navidad.

REDACCIÓN EDITORIAL

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