El tiempo de Germán Vargas Lleras en la Vicepresidencia de la República, hace rato que expiró. Incluso, mucho antes de que anunciara su intención de renunciar para lanzarse a la Presidencia, como lo hizo en el 2010, en donde sacó una buena cantidad de votos y se ubicó en un importante tercer lugar.
Vargas, la mayor parte de su periodo como segundo al mando del gobierno Santos, reflejó con sus acciones y discursos, que la Vicepresidencia no era más que un trampolín para sus aspiraciones, tal y como antes lo había sido el Ministerio de Vivienda. Durante el tiempo que estuvo en el gobierno, tuvo total libertad para adelantar su gestión, marcada por la entrega de obras, las cuales le permitieron estar en contacto con la ciudadanía a lo largo y ancho del territorio colombiano y, por supuesto, ganar indulgencias con el pueblo.
Luego de adelantar la reforma al Ministerio del Interior y de Justicia, fue designado como Ministro de Vivienda, en donde manejó un presupuesto elevado, y lideró un programa de entrega de viviendas de interés social con una meta de 100 mil casas, la cual parecía ser una cifra exagerada.
No obstante, esa cartera pudo cumplir con lo pactado, y aunque el nieto del expresidente Carlos Lleras ya había sido relevado a la Vicepresidencia, la última casa de aquella meta fue entregada en El Salado, corregimiento de Bolívar, y recordado por haber sido epicentro de una de las masacres más atroces perpetradas por el paramilitarismo en complicidad con agentes del estado.
Para las aspiraciones presidenciales de Germán Vargas Lleras, también fue importante, el proceso de entrega de carreteras e infraestructura vial, el cual también lideró. El desgaste del proceso de paz con las Farc, y la polarización y el desplome en la imagen del Presidente Santos, permitió al Vicepresidente, empoderarse de varios procesos, y para fortuna suya, sacarlos adelante. No obstante, hoy, la favorabilidad de Germán Vargas Lleras, según encuestas, y según la cada vez más importante opinión de las redes sociales, no es la mejor. Cuando aún permanecía en la retina de los colombianos, aquella imagen de un coscorrón propinado a uno de sus escoltas, recientemente, un nuevo video en internet, dejó ver al líder de Cambio Radical, escapando con displicencia al saludo de uno de sus adeptos.
A pesar de que las ejecutorias de Vargas Lleras, hablan de un funcionario juicioso y eficaz, su distanciamiento y críticas al proceso de paz, el poco carisma mostrado, y la mata de corrupción que ha envuelto a alcaldes y gobernadores de su partido, en especial en la Guajira, hoy parecieran estarle pasando factura al futuro candidato, quien, a diferencia de lo esperado al principio de este gobierno, no la tendrá nada fácil.
Comentarios