En una reñida elección, marcada por la polémica, los escándalos y las diferencias ideológicas entre ambos candidatos, el municipio de Cajamarca ya cuenta con nuevo alcalde. El tecnólogo en Topografía, Pedro Pablo Marín, avalado por los partidos de la U, Centro Democrático y Conservador, se impuso con 4.756 votos, ante Julio Roberto Vargas, representante del Polo, Alianza Verde, los Liberales y el Mira. Tan solo 305 votos de diferencia definieron la elección.
En Cajamarca, la polarización había sido la constante desde mucho antes, e incluso con la muerte del exalcalde William Poveda, aquello no cambió, su grupo político y familia con más ahínco que nunca, hicieron política bajo las banderas de un ‘legado’ que solo tuvo 11 meses para construirse. Aquello terminó dándole cabida a la evidente influencia de la maquinaria oficialista, aquella misma que había dejado Poveda en el palacio municipal.
Sin ninguna duda, el tema del proyecto minero La Colosa, fue el epicentro de la disputa y terminó casi que definiendo la contienda electoral. En la llamada despensa agrícola del Tolima, desde que la multinacional puso sus ojos en ese territorio, se convirtió en debate para propios y extraños, si se aprobaba o desaprobaba el proyecto minero. Lo cierto, es que para no trabar el proyecto de extracción, el candidato que no debía llegar, era Julio Roberto, reconocido por su defensa ambiental y su férrea oposición a la minería en la Colosa.
De cara a la próxima jornada electoral y que supuestamente definiría el futuro de ese proyecto minero a través de la consulta popular, es supremamente importante que las autoridades y los entes de control, garanticen la transparencia y legitimidad del proceso. Según publicó EL NUEVO DÍA, y a diferencia de lo que dijeran otros de nuestros colegas, quienes parecieron no haber hecho presencia el domingo, la jornada estuvo viciada por el desorden, la presunta compra de votos de ambas partes y la entrega de unos computadores portátiles de parte de algunos copartidarios del nuevo mandatario.
Todo ello, denunciado por la Misión de Observación Electoral (MOE), quienes cumpliendo con su valiosa labor de vigilar y denunciar, nada más pudieron hacer. Ojalá que frente al tema de la consulta no pase lo mismo.
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