Las exigencias de las Farc

La razón es que aquella recordada imagen del M-19 entregando sus fusiles, no se repetiría en el caso de las Farc, por petición especial de sus comandantes, quienes ven en el acto de entrega, una claudicación simbólica a su lucha armada de más de medio siglo.

Ante las esperadas vicisitudes que incluían ponerle fin a una guerra de 50 años, el proceso de paz con las Farc ha sabido marchar a buen paso. Sumado al fracaso del Sí en el plebiscito, y que en su momento pareció sentenciar de muerte a la búsqueda de la paz en Colombia, múltiples han sido los obstáculos que han surgido.

Algunos más de tinte político y con futuros fines electorales que relacionados con el anhelo de paz y bienestar de todos los colombianos, aun así, ninguno ha sido imposible de superar.

La semana anterior, fue noticia la llegada del denominado Día D+150, a partir del cual el grupo guerrillero empezó a desarmarse. Para ello, llegaron a las distintas zonas veredales unos containers en donde serán almacenados los fusiles, revólveres y todo tipo de armamento utilizado por las Farc en los tiempos de guerra.

Sin embargo, y contrario a lo que esperaría el pueblo colombiano, esa entrega de armas, que según lo estipulado deberá finalizar antes del 31 de mayo, no ha tenido cubrimiento periodístico, ni mucho menos registro fotográfico.

La razón es que aquella recordada imagen del M-19 entregando sus fusiles, no se repetiría en el caso de las Farc, por petición especial de sus comandantes, quienes ven en el acto de entrega, una claudicación simbólica a su lucha armada de más de medio siglo.

Razón tiene la bancada del Centro Democrático en elevar su protesta, teniendo en cuenta que aquella petición de las Farc, no brinda las garantías plenas del desarme. La entrega de armas, y la desmovilización de los combatientes de las Farc, como punto fundamental de los acuerdos de La Habana, debería ser más transparente ante los ojos del país, más aún cuando no se conoce todavía el número de armas con los que cuenta la guerrilla.

Sumado a dicha petición, las Farc han solicitado otro tipo de exigencias, respecto a las zonas veredales, tales como gimnasios, canchas de fútbol sintéticas, aire acondicionado, entre otras cosas que parecieran no estar en condiciones de pedir y mucho menos estar al alcance de las posibilidades de recibirlas, pues el Gobierno nacional en lo que tiene que ver con lo estrictamente necesario para convivir allí, les ha fallado, y han sido los mismos guerrilleros quienes han tenido que improvisar cocina, sanitarios y dormitorios en medio del lodo, tal y como dormían cuando estaban en el fragor de la guerra.

Ojalá que al igual que los anteriores impases, aquellas exigencias no permitan desestabilizar el proceso, más cuando se espera que en los próximos días, sean entregados en su totalidad los niños que han permanecido en las filas guerrilleras. Que no se les olvide a los señores de las Farc, que el proceso es una oportunidad de reconciliación y perdón que les brinda el país y no un favor que nos están haciendo, y que requiere de todo tipo de pretensiones de su parte. Ni más faltaba.

REDACCIÓN EDITORIAL

Comentarios