Colombia en medio del mar de coca

No obstante, el surgimiento de otro tipo de actores delictivos como las bandas delincuenciales y organizaciones del crimen dedicadas a los cultivos ilícitos, han elevado las cifras, pues para nadie es un secreto que no solamente las Farc cultivaban y vivían de ese negocio.

Contrario a lo que se pensaría teniendo en cuenta el fin de las actividades delictivas de las Farc, catalogados como los mayores cultivadores de coca en el mundo, un informe de la Junta Internacional de Estupefacientes, unidad adscrita a la ONU, reveló que unas 96 mil hectáreas fueron cultivadas con coca en Colombia entre 2014 y 2015, lo cual aumentó la cifra general en un 39 por ciento.

Aquello coincidió con lo dicho por la oficina de control de drogas del Departamento de Estado norteamericano, quienes revelaron que en nuestro país ese cultivo se ha incrementado en grandes proporciones, incluso en cifras mayores (unas 180 mil hectáreas), números solamente comparables con los que se tenían a finales de los años 90, cuando se inició el Plan Colombia, y el narcotráfico era el principal recurso de financiación de las guerrillas y los paramilitares.

Según lo dicho por el Gobierno nacional, en otras palabras, actualmente Colombia está nadando en un mar de coca y lo más preocupante es que no se avizora un plan para combatir el flagelo. Luis Carlos Villegas, ministro de Defensa, manifestó que los motivos principales del aumento corresponden a la suspensión de la fumigación aérea de glifosato, sumado a otro tipo de factores como la siembra en zonas de parques naturales y territorios indígenas.

En su momento, el exprocurador Alejandro Ordóñez, coincidió en la teoría de que el aumento se debía principalmente a la suspensión de la aspersión aérea con glifosato, demeritando lo dicho por la Organización Mundial de la Salud, la cual expuso que el químico era altamente dañino, razón que llevó al presidente Santos a pedir la prohibición de la fumigación aérea, la cual afectaba a campesinos y comunidades indígenas.

No obstante, el surgimiento de otro tipo de actores delictivos como las bandas delincuenciales y organizaciones del crimen dedicadas a los cultivos ilícitos, han elevado las cifras, pues para nadie es un secreto que no solamente las Farc cultivaban y vivían de ese negocio.

Igualmente, es claro que la estrategia de la aspersión manual de glifosato no funcionó, pero aquello tampoco quiere decir que la fumigación aérea que se venía realizando fuera la más efectiva, al menos eso sostuvo recientemente el general Óscar Naranjo, quien, en calidad de director de la Policía nacional, combatió con dureza al narcotráfico.

Lo cierto es que además de las cifras de los cultivos de coca, se supo que unas 442 toneladas de cocaína, fueron producidas por colombianos tan solo en un año, lo cual no deja de ser preocupante en todo sentido y, más si se tiene en cuenta, que hasta el momento Colombia con el actual presidente estadounidense, Donald Trump, en lugar de tener un aliado con el que pueda trabajar en la erradicación de cultivos ilícitos, pareciera tener a alguien que espera cualquier caída, para endurecer sus posturas migratorias.

REDACCIÓN EDITORIAL

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