Una condena de 36 años impuso un juez al llamado “cerebro” del desfalco de los Juegos Nacionales, Orlando Arciniegas Lagos. El otrora poderoso y polémico abogado tendrá que purgar su pena en una cárcel de Pereira, y de nada sirvió su interés de apelar una depresión que lo habría llevado supuestamente a intentar quitarse la vida en más de una ocasión.
Aunque la justicia pareció obrar con total contundencia en el caso, aún los ibaguereños y tolimenses siguen preguntándose lo mismo: ¿Ya casi le toca el turno a Luis H. Rodríguez?
La pregunta cobra validez teniendo en cuenta lo dicho por algunos de los capturados como Blanquicet Pretelt, quienes aseguran que el exalcalde exigió que le dieran un 20% del dinero defraudado. Igualmente, Carlos Heberto Ángel, exgerente del Imdri, contó que Luis H. estuvo enterado de todo, tanto así que, según él, fue en una reunión en su propia casa que se cuadró, junto a representantes de Typsa, el valor del contrato para el proyecto de los escenarios deportivos.
Aquellos testimonios hasta el momento han sido infructuosos, y han permitido al exburgomaestre seguir campante por la ciudad, ahora con la aparente estrategia de victimizarse y mostrarse como el pobre viejecito, pues dicen quienes lo han visto que ahora anda en un vehículo viejo y de baja gama repartiendo huevos junto a su esposa, como forma de ganarse la vida. No obstante, en medio de la audiencia condenatoria de Arciniegas, el juez compulsó copias para que la Fiscalía investigue el actuar del exalcalde liberal, quien como representante del Municipio debió velar por los recursos públicos que se iban a invertir en las obras, y no dejar que se los robaran a cambio de una tajada, como bien han referenciado algunos de sus antiguos colaboradores.
Aunque aquello principalmente no garantiza más que una investigación más exhaustiva contra Luis H., como ibaguereños seguimos esperando que en su caso se llegue hasta las últimas consecuencias, y podamos conocer toda la verdad. Como lo hemos venido afirmando a través de este espacio editorial, es imposible creer que la primera autoridad de una ciudad en donde se robaron una gran cantidad de plata sea el único que aún no haya tenido que acudir ante los estrados judiciales y siga en un vergonzoso pacto de silencio del que pareciera no querer salir.
Muy seguramente el día que deba hablar acudirá al libreto que se volvió a poner de moda en Colombia: “Todo fue a mis espaldas”. No obstante esperamos que llegue pronto ese día y, por supuesto, no solo nosotros, sino además el país entero, espera mayores resultados, como que se defina la total responsabilidad de los demás directivos de Typsa, pues según lo revelado recientemente por uno de sus representantes en Colombia, todos estaban plenamente enterados y empapados del desfalco. Al menos en eso se comprometió el mismo fiscal General, Néstor Humberto Martínez, y ojalá que cumpla.
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