“Me acabo de enterar”

Por ahora, no queda más que esperar qué determinan las autoridades competentes, aunque probablemente nada ocurra, pues de funcionar las cosas distintas en este país, hoy Ernesto Samper estaría preso, y no dando clases de ética y moral ante la opinión pública

Como un Déjà vu para el país fue vista la alocución presidencial del pasado 15 de marzo, en la que Juan Manuel Santos aceptaba obligado el ingreso de dineros de Odebrecht a su campaña en 2010. Una frase para la posteridad, como aquella dicha en su momento por Ernesto Samper, salió de la boca del Nobel de Paz, para escapar a las acusaciones y a la responsabilidad que lo tiene en la cuerda floja de la opinión, y probablemente en el momento más difícil de su largo periodo presidencial: “Me acabo de enterar”, dijo sin tartamudear, como es su costumbre.

A los sobornos recibidos durante el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe, los acercamientos al precandidato Andrés Felipe Arias en 2009 y la presunta colaboración económica a la campaña de Óscar Iván Zuluaga en 2014, se suman los aportes por más de 2 millones de dólares a la campaña del hoy presidente Juan Manuel Santos, cuando este era el candidato del uribismo. Así lo reveló en Blu Radio, Roberto Prieto, exgerente de las campañas de Santos en 2010 y 2014, y uno de sus más fieles escuderos. El dinero recibido habría sido con la intención de pagar unos afiches publicitarios, y una encuesta aplicada por la reconocida agencia de publicidad Sancho BBDO.

Ante lo expuesto, resulta difícil de creer que una persona tan cercana a Santos como Roberto Prieto, quien además de ser su asesor y amigo, se ha visto beneficiado con contratos estatales por más de 31 mil millones, según reveló Semana, le haya ocultado aquella ‘bobadita’ durante más de siete años. También es claro que aún con la ruptura de relaciones, y la guerra declarada entre uribistas y santistas, hoy nos queda claro que en medio del mar de diferencias que hoy los aleja, hay muchas cosas más en común que los une, y que, como hijos en matrimonio divorciado, los unirá por un gran tiempo.

Hoy, el mismo expresidente Uribe y su grupo de amigos, copartidarios y adeptos, han levantado su voz de protesta, y a viva voz se han atrevido descaradamente a exigir la renuncia de Santos, olvidando y omitiendo su responsabilidad, no solo política, porque Santos era su candidato en 2010, sino también la responsabilidad penal que hoy tiene al exviceministro de transporte Gabriel García en la cárcel, y probablemente de no haber fallecido, el “químicamente puro” exministro Andrés Uriel Gallego también habría que tenido que responder a la justicia por el caso Odebrecht.

Por ahora, no queda más que esperar qué determinan las autoridades competentes, aunque probablemente nada ocurra, pues de funcionar las cosas distintas en este país, hoy Ernesto Samper estaría preso, y no dando clases de ética y moral ante la opinión pública. De los 150 mil dólares de Interbolsa, y que aparentemente también entraron a la campaña Uribe-santista de 2010, probablemente el presidente aun ni se haya enterado.

REDACCIÓN EDITORIAL

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