No hay plata para la salud. En pocas palabras esa fue la respuesta recibida por funcionarios del Gobierno departamental, de parte del ministro de Salud, Alejandro Gaviria, luego de que un equipo de la Gobernación del Tolima hiciera presencia en Bogotá, para abordar los temas relacionados con el hospital Federico Lleras Acosta, así como el aumento de los brotes de leishmaniasis, y otro tipo de afectaciones a la salud y enfermedades que han emergido en medio del invierno en los municipios del Tolima.
A pesar de que la crisis del Federico hizo que el Gobierno nacional mantuviera la intervención al centro hospitalario, más allá de la medida cortoplacista de vender la sede Limonar, tal parece que la inyección de recursos al centro médico más importante del Tolima, está lejos de ser una realidad, pues el país pasa por un mal momento económico, y hoy como si la salud de los tolimenses no fuera una prioridad, no se evidencia un real compromiso, o al menos una estrategia definida para salvar al Federico.
Sin embargo, no habría que darle muchas vueltas al asunto. Si el Gobierno departamental ha insistido en que le queda imposible ‘salvar’ el hospital sin el apoyo del Gobierno nacional, en ese sentido debería ir la mirada del Ministro.
No obstante, y como dice aquel adagio popular: en lo poco se ve lo mucho, al tema del aumento de la leishmaniasis, y el cual debería apuntar a la consolidación de estrategias claras de mitigación y erradicación, la solución sugerida por el ministro Gaviria fue la de gestionar unos toldillos, como si aquí la Gobernación no pudiera llevar a cabo tan “compleja” tarea.
Lo otro que hay que decir es que, sin excusar al Gobierno nacional, parece que ha faltado firmeza, y probablemente mayor gestión de parte del equipo de la Secretaría de Salud del Tolima, y de los congresistas tolimenses, al menos en lo que concierne al Federico Lleras.
El llamado debe ser claro y contundente, teniendo en cuenta que los ojos de Juan Manuel Santos, así como los de su equipo de gobierno, están enfocados en el tema de la paz y el posconflicto; la paz también debe convertirse en la garantía de que los colombianos, y en este caso los tolimenses, tengamos acceso a un sistema de salud eficiente, y aunque el Federico Lleras no represente del todo aquella premisa, sí lo necesitamos recuperado y saneado, para el bien de los miles de tolimenses y no tolimenses que acuden a él.
Dra. Sandra Liliana Torres, a falta de información le preguntamos desde aquí: ¿para cuándo quedó la reunión con la Superintendencia y el Ministerio? ¿Habrá ese día alguna respuesta óptima al tema del Federico?
Comentarios