El pasado fin de semana terminó siendo redondo para nuestros deportistas. Además de las buenas actuaciones de Fernando Gaviria y Nairo Quintana en el Giro de Italia, tres de los futbolistas de la Selección Colombia se coronaron campeones de liga con sus respectivos equipos. Falcao en Francia, Cuadrado en Italia, y James en España, se alzaron con las copas de dichos países con destacadas actuaciones, quizá las mejores a lo largo de la historia de los nuestros, en el deporte rey del mundo.
En el caso del ciclismo, a pesar de que históricamente los colombianos han sido reconocidos dentro del grupo de los mejores, el surgimiento de figuras como Nairo Quintana, considerado actualmente como el mejor escalador del mundo, así como de la doblemente medallista olímpica Mariana Pajón, Rigoberto Urán, y hoy por hoy Fernando Gaviria, ha permitido a Colombia en los últimos años escribir páginas doradas en este deporte. Atrás quedaron las gestas de Cochise y de Lucho Herrera y que sirvieron de referentes a estas nuevas generaciones de ciclistas que actualmente están en boca del mundo por su talento y aguante, y que de lejos han superado a sus antecesores.
Además de lo bueno que pueda llegar a ser un deportista, en Colombia, aquellas fortalezas deben ir acompañadas de unas inmensas ganas de salir adelante en medio de obstáculos que se le presentan, tales como la falta de recursos y apoyos, pero también las lidias normales de practicar algun deporte, como es el caso de las lesiones y caídas. Mucho se dijo sobre Falcao luego de su lesión e incluso algunos dieron por terminada su carrera. No obstante, después de momentos difíciles que muy seguramente quedarán marcados en su memoria, el máximo goleador de la Selección Colombia demostró a críticos y detractores que todavía tiene mucho fútbol para dar. Ni hablar del camino que aún le queda por recorrer al hasta el momento 10 del Real Madrid, James Rodríguez, y al número 7 de la Juventus, Juan Guillermo Cuadrado, quienes con menos edad que Falcao ya han logrado conquistar lo inimaginado por muchos, y hoy se ubican en el punto más alto de la élite del fútbol mundial.
Esos son los colombianos que el país quiere ver siempre, y de los que tiene que sentirse orgulloso, así como los tolimenses nos sentimos el pasado sábado cuando a través de pantallas gigantes observamos a nuestro boxeador Óscar Escandón pelear en Estados Unidos por una nueva conquista que infortunadamente le fue esquiva. Aún así, el orgullo permanece intacto.
¿Se imaginan cuántas medallas, copas y distinciones no tendrían nuestros deportistas, si en verdad se les apoyara como debería ser?
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