omo si se tratara de una muy mala película de suspenso, hoy lo relacionado con el exalcalde Luis H. Rodríguez resulta siendo un absurdo misterio. Luego del escándalo de los Juegos Nacionales, el otrora líder liberal, famoso por su afición al golf, y a quien aún cuando era alcalde, sagradamente se le veía dos veces por semana en los verdes campos del Club Campestre de Ibagué, se perdió de la mirada de quienes aún seguimos esperando explicaciones de lo sucedido, pero también de aquellos amigos que a diferencia suya, cayeron en desgracia a causa del desfalco. A ninguno de ellos ha ido a visitar a la cárcel.
La semana anterior fue noticia la salida del exalcalde, del exclusivo sector del Vergel en donde residió los últimos años. Un trasteo silencioso y con varios camiones, reportaron sus vecinos, a quienes al igual que nosotros les pareció extraño la sacada de varios enseres. Aquello coincidió justamente con los 11 hallazgos encontrados por la Contraloría General, y en donde Luis H. aparece vinculado con siete de ellos. Lo revelado meses atrás, da cuenta de que el desfalco de los Juegos supera los 60 mil millones, cifra bastante elevada y que para ser realistas, recuperar la totalidad de ese dinero, hoy resulta siendo casi que una misión imposible.
Orlando Arciniegas, Carlos Heberto Ángel, Oswaldo Mestre, y el mismo Luis H., se encuentran vinculados con responsabilidad fiscal, pero también otros personajes, quizás secundarios, pero que al igual que los protagónicos de esta nefasta película para Ibagué, tienen parte también en la responsabilidad. Maritza Rozo, exdirectora administrativa del Imdri y hasta hace poco tesorera del Departamento; Mauricio Campos del Cairo, supervisor y facilitador del contrato de estudios y diseños, y las sucursales de España Construcciones Vera y Ortíz. Según averiguó EL NUEVO DIA con la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos, ninguno de los mencionados posee propiedades o bienes que pudieran embargarse para resarcir en algo el daño, a excepción del mismo exalcalde, quien reporta tres predios de más de siete mil y dos mil metros cuadrados respectivamente, y una fracción en la vereda Santa Teresa.
Algunos de los cuestionamientos que hoy podríamos hacer y de los que esperaríamos pronta respuesta, serían: ¿Por qué todavía Typsa no está involucrada en los procesos de responsabilidad fiscal a sabiendas que fueron beneficiados directamente en el entramado? ¿Por qué la Contraloría ha tardado tanto tiempo en determinar e indagar sobre los bienes de las personas con responsabilidad fiscal en el proceso? ¿De cuando acá el exalcalde Luis H. Rodríguez resultó terrateniente?
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