Contrato Plan Sur, sin plata

Hoy seguimos cuestionando la falta de iniciativa de algunos líderes políticos, con el fin de exigirle al Gobierno central, voluntad y firmeza para ayudarle al departamento cuna de las Farc, pero también a personajes claves en este fin del conflicto como el todero ministro Rafael Pardo.

En veremos, así está la continuidad de algunos proyectos del Contrato Plan Sur del Tolima firmado en el año 2013 por el Presidente, y el cual tiene como fin beneficiar en términos de desarrollo rural y agrícola a los municipios de Ataco, Chaparral, Coyaima, Natagaima, Ortega, Planadas, Rioblanco, Roncesvalles y San Antonio.

Aquellos pueblos que durante años fueron el epicentro del conflicto armado en nuestro departamento, tendrán que esperar si es que finalmente los proyectos priorizados pueden ser destrabados en el Departamento Nacional de Planeación y en los respectivos ministerios, o simplemente quedarse con cuentagotas y las promesas de algunos recursos que supuestamente llegarán a través de otras iniciativas del Gobierno nacional.

A pesar de los avances frente al tema de los acuerdos de paz con las Farc, que eventualmente contribuirían a jalonar recursos en el marco del posconflicto, pero también a mover fibras y voluntades políticas, los problemas frente a los proyectos priorizados del Contrato Plan y que aún están a la espera, tienen que ver con la supuesta falta de plata, aquello relacionado con el hueco fiscal del país y el desfase de la economía colombiana, pese a la cascada de impuestos y la reforma tributaria.

Si bien, algunas obras contempladas dentro del Contrato, gerenciado en el Tolima por el exalcalde de Planadas, Wílber Jairo Vallejo, han sido ejecutadas en diferentes frentes como educación, salud, vivienda y medio ambiente, aún faltan muchos más y algunos de ellos se quedaron a la mitad, sin tener la certeza de si van a poder finalizar pronto e incluso antes de que finalice el gobierno Santos. Cabe recordar que el Contrato Plan, llamado recientemente Contrato Paz, hace parte de un esfuerzo conjunto entre el Gobierno nacional, el Gobierno departamental, y las alcaldías municipales, y a pesar de los esfuerzos de los dos últimos, resulta casi imposible cumplir y superar las expectativas sin el apoyo de la Nación.

El problema es que además de que dichos proyectos queden a la deriva al menos por ahora, es que aún faltan otros municipios por ser tenidos en cuenta, tales como Dolores, Prado, Alpujarra, y que como hemos referenciado recientemente en este mismo espacio, se han quedado por fuera de los planes del Gobierno nacional en aras de devolver en algo, lo que por años les ha quitado la guerra y el abandono estatal.

Hoy seguimos cuestionando la falta de iniciativa de algunos líderes políticos, con el fin de exigirle al Gobierno central, voluntad y firmeza para ayudarle al departamento cuna de las Farc, pero también a personajes claves en este fin del conflicto como el todero ministro Rafael Pardo. ¿Será que alguno de nuestros representantes tolimenses ya se reunió con él? ¿Le habrá servido al gobernador el reciente acercamiento con el expresidente Samper en Honda?

REDACCIÓN EDITORIAL

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