La polémica con la venida del Papa

Vale la pena preguntar: ¿amerita que un país laico, aunque católico en su mayoría, que está en crisis económica y que tiene un gran número de personas en la pobreza extrema, gaste más de $30 mil millones en una visita religiosa?

Faltan dos semanas para que el Papa llegue a Colombia, sin duda una visita anhelada y que en efecto caerá como bálsamo en un país que a pesar de la firma de la paz con las Farc no ha superado los odios y la polarización política. No obstante, la venida de Francisco ha generado algunas críticas, normales de por sí, pues los costos y todo lo que tiene que ver con la logística para los eventos en los que participará el sumo pontífice serían de más de 30 mil millones de pesos de los que el Estado colombiano asumirá 28 mil, según lo reveló el vicepresidente Óscar Naranjo.

Como si eso fuera poco, la Iglesia Católica ha emprendido una cruzada con el fin de que los feligreses que deseen colaborar con la venida de Francisco puedan hacer algunas donaciones para suplir el dinero restante. Según algunos representantes de la Iglesia, la meta es recaudar 4 mil millones, es decir que en total serían 32 mil millones, más los recursos que provengan de las alcaldías de Bogotá, Medellín, Villavicencio y Cartagena, ciudades que acogerán las visitas del máximo jerarca.

Los cuestionamientos y las inquietudes de algunos colombianos radican en que si bien el Papa ha asumido una actitud humilde y lejos de ostentar lujos y detalles como el representado en aquella silla de oro que mandó a cambiar al ser elegido, su visita a nuestro país sí representa gastos exorbitantes y deberían ser justificados, sorprendente sería que aprovecharan para sacar tajada. Aunque la lista del presupuesto de gastos protocolarios aún no haya sido del todo conocida, seguro es muy extensa y que sin duda requiere de recursos importantes para tal fin, resulta difícil entender que sea necesaria semejante cantidad de dinero y más aún cuando es claro que no hay cobro por la visita pastoral, ni gastos de alimentación, hospedaje y transporte.

El tiempo dirá cómo y en qué se gastaron dichos dineros, y aunque la manera de defender la visita por algunos católicos no sea justamente la más amable, habrá que confiar que al menos en ello, esos dineros públicos no se pierdan, ni mucho menos las contrataciones que se hagan, cualquiera que sea, no estén sujetas a licitaciones a dedo, ni a mordidas y coimas de ninguna índole.

Reconociendo la importancia y lo positivo que tiene la visita del Papa y especialmente de este, primer latino y líder que ha demostrado ser un importante líder espiritual de nuestro tiempo, vale la pena preguntar: ¿amerita que un país laico, aunque católico en su mayoría, que está en crisis económica y que tiene un gran número de personas en la pobreza extrema, gaste más de $30 mil millones en una visita religiosa?

REDACCIÓN EDITORIAL

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