Gran sorpresa causó lo ocurrido la semana anterior con los supermercados Supercundi, Merkandrea, y Mercafusa, de propiedad de los hermanos Norberto, Uriel, y Edna Mora Urrea, oriundos de San Juan del Sumapaz, quienes según la Fiscalía, resultaron ser testaferros de la desmovilizada guerrilla de las Farc.
La noticia cayó como un baldado de agua fría en el sector industrial de consumo masivo, teniendo en cuenta que los establecimientos mencionados, gozaban de tradición y renombre desde hace dos décadas, y se creía que el éxito de los mismos, así como su crecimiento económico, había sido en el marco de la legalidad. Hoy según la Fiscalía, no fue así.
El ente investigador envió a la cárcel a los hermanos Mora Urrea, por los delitos de enriquecimiento ilícito, lavado de activos, y testaferrato, cargos que no fueron aceptados, pese a la contundencia de las pruebas en poder de la Fiscalía, las cuales incluyen el hallazgo de armas, granadas y dinero en efectivo, encontrados dentro de las cajas de fruta de uno de los supermercados, y testimonios de algunos exguerrilleros que han confirmado dicha versión. Aquellas tiendas, de las cuales varias en nuestro departamento fueron saqueadas por turbas enardecidas aparentemente con la excusa de que las mismas eran de las Farc, así como también cuentas bancarias, lotes, apartamentos, casas, locales y más de 20 vehículos, pasaron a manos del estado colombiano a través de extinción de dominio, y se estima que el valor aproximado de dichos bienes oscile los 650 mil millones de pesos.
Salvo un escueto pronunciamiento del hoy grupo político llamado Farc, frente al tema, y en donde negaron relación alguna con los hermanos Mora Urrea, se hace necesario esclarecer sus responsabilidades, máxime, cuando según las investigaciones y testimonios de ex miembros de esa guerrilla, acusan al sanguinario alias Romaña de haber legalizado dineros producto de secuestros, extorsiones y pescas milagrosas, a través de los supermercados de Norberto Mora, quien de ser un humilde tendero, pasó a ser el dueño de un poderoso imperio de los supermercados en Colombia.
Además de la duda que surge sobre quiénes están detrás de los saqueos presentados, los cuales no se habían visto en Colombia de la forma en que sucedió; se abre nuevamente el debate sobre los bienes entregados (y no entregados) por las Farc en el marco del proceso de paz de la Habana, y de los muchos otros, que estarían en manos de testaferros, tal y como ha ocurrido también recientemente con propiedades por John Jairo Velásquez, alias “Popeye”, adquiridas con dineros del narcotráfico y las cuales estaban a nombre de su progenitora, y otros familiares.
Si todavía hay bienes y propiedades del dinero del temido Pablo Escobar, tiene toda credibilidad dicha versión de que las Farc no entregaron todas sus posesiones, y en lo que tanto ha insistido Álvaro Uribe, quien curiosamente salió en una foto acompañado de uno de los representantes de Supercundi, a escasos días de su captura.
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