No podría haber otra respuesta a aquella pregunta que decenas de personajes pintorescos en Colombia han vuelto famosa: ¿Usted no sabe quién soy yo? -¡Mucho arribista!-, encajaría perfecto. El ya conocido episodio del abogado Hernando Zabaleta Echeverry, quien recientemente humilló e insultó a una agente de la policía de tránsito en Bogotá, refleja justamente aquel sentimiento de egocentrismo y delirio de poder que genera lo superficial y lo adquisitivo en algunas personas.
A Zabaleta Echeverry, quien con minúsculos 488 votos se quemó el pasado 11 de marzo, en donde esperaba llegar a la Cámara de Representantes con un sinfín de propuestas absurdas; le salió el tiro por la culata, pues luego de cometer una infracción parqueando en un sitio prohibido en el sector de Cedritos en la Capital de la República, tuvo un altercado con una agente de tránsito que le realizó el comparendo. En el video que el mismo abogado difundió en redes sociales con el fin de “denunciar” las supuestas irregularidades, se ve como el ex candidato, protesta alterado, ufanándose de ser abogado del Contralor General, y de ganarse 20 millones de pesos más que la agente Karen Granados, quien, pese a los atropellos y gritos de Zabaleta, no perdió la compostura e hizo aparentemente muy bien su trabajo.
Luego de hacerse viral el video, miles de personas salieron en defensa de la patrullera, y se fueron lanza en ristre contra el grosero personaje que en sus redes sociales se ha dejado ver con políticos como Iván Cepeda, Álvaro Uribe, Andrés Felipe Arias, Óscar Iván Zuluaga, y Alejandro Ordóñez. Quizás su relación más cercana es con el ex Contralor General, David Turbay Turbay, quien fue uno de los que salió en su defensa, manifestando conocerlo y ser cliente suyo. También allí, en su perfil de Youtube, se encuentran las propuestas del entonces candidato, como aquella de querer armar a los “ciudadanos de bien”, y eliminar la Policía de Tránsito, por ser “corrupta”, dejando ver una predisposición y mal concepto con la autoridad desde mucho antes, por cuenta de un gran número de partes y multas que no ha pagado y que suman casi 5 millones de pesos.
Frente a lo ocurrido, además de rechazar este tipo de comportamientos grotescos y desproporcionados para con la autoridad, en este caso una mujer; es necesario manifestar que casos como el descrito, además de la sanción social a la que fue expuesto el personaje, bien podrían cancelarle su licencia de conducción por cuenta de no pagar las multas.
Bien decía aquel artículo de la constitución indígena traducida por Jaime Garzón, que nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie, ni hacerle mal en su persona, aunque piense o diga diferente, y a eso habría que agregarle, aunque tenga menos dinero, aunque se vista con ropa que no sea de marca, entre muchas otras cosas.
Comentarios