Borrachos al volante

Definitivamente nos hace falta mucho civismo a la hora de celebrar nuestros triunfos y responsabilidad para entender que subirse a un carro y andar por la calle, representa llevar consigo dos pedales que pueden terminar definiendo la suerte propia o ajena en cuestión de segundos.

Creíamos haber avanzado en el tema de los conductores ebrios en Colombia, pero desafortunadamente no ha sido así. En época de mundial de fútbol, y de fiestas del folclor en los departamentos de Tolima y Huila, entre otras localidades, el número de accidentes de tránsito en este puente festivo casi alcanza los 200 en todo el territorio nacional, incluyendo imprudencias, microsueños y la infaltable mezcla de licor y gasolina, tema que sigue siendo lamentable.

De esas dos centenas de siniestros, la Policía informó que 31 personas perdieron la vida cuando se disponían a celebrar el San Pedro, o simplemente desplazarse a sus lugares de origen con el fin de aprovechar el festivo, quizás sin tomar las debidas precauciones.

Según cifras de la Dirección de Tránsito y Transporte de la Policía, tan solo en el primer semestre de 2018, se registraron 409 accidentes, dejando un saldo de 103 personas fallecidas y 566 lesionados, números que, aunque no parezcan, terminan siendo “positivos” en comparación con los alcanzados para esta fecha del año con relación a 2017, cuando se presentaron 440.

Un total de 196 personas conduciendo en estado de ebriedad fueron sorprendidas en este puente por las autoridades, sumándose a la lista de los 9.542 borrachos que han sido sancionados mientras conducían en todo el año. La escandalosa cifra se resume en que cada media hora es detenida una persona en Colombia por dicha infracción, que termina siendo letal no solo para los conductores que se arriesgan a conducir luego de haber ingerido licor, sino para las demás personas en la vía que, aunque puedan ir conduciendo como es debido, terminan pagando incluso con su vida la irresponsabilidad de otros.

Hoy, vale la pena nuevamente ejercer el llamado de atención, no solo a la clase política para que se piense con juicio una ley que pueda sancionar severamente a quien maneje borracho, cosa que pareciera ser un saludo a la bandera.

Por estos días, cuando la Selección Colombia hacía un buen papel en la Copa del Mundo de Rusia, fue común, así como ocurrió luego de la tan anhelada segunda estrella para el Deportes Tolima, que algunos salieran a las calles ibaguereñas a “celebrar”, manejando con lata de cerveza en mano y echándole pito y espuma a todo aquel que se cruzara por su camino.

Definitivamente nos hace falta mucho civismo a la hora de celebrar nuestros triunfos y responsabilidad para entender que subirse a un carro y andar por la calle, representa llevar consigo dos pedales que pueden terminar definiendo la suerte propia o ajena en cuestión de segundos. ¿Cuántos muertos más se necesitan?

REDACCIÓN EDITORIAL

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