Un macabro plan fue gestado durante los últimos meses en el barrio Varsovia de Ibagué. Lo que parecía una obra de buena fe de algún vecino, y que consistía en invitar a algunas personas humildes a dar un paseo al Ecuador, se convirtió en pesadilla, luego de que el bus, en el que se movilizaban, pereciera en el vecino país, dejando como resultado más de 20 muertos. Hasta allí todo parecía “normal”, si así se le puede llamar a una tragedia de tal magnitud.
No obstante, en medio de las pesquisas, y averiguaciones sobre las causas del accidente, que enlutó a familias colombianas y ecuatorianas, se supo que el famoso paseo, gratis por demás, era solamente una fachada, para que mafiosos, desde nuestra capital, y con enlaces en el extranjero, pudieran pasar media tonelada de marihuana, avaluada en casi 2 millones de dólares. Atiborrar un bus lleno de gente humilde e inocente, parecía el plan perfecto, cosa que no fue así.
Según la Fiscalía, solamente tres personas en el bus, sabían de lo que estaba ocurriendo, pues los demás fueron llevados con engaños, y con la excusa de invitarlos a viajar y pasear con todo pago, entre lo que se incluía alojamiento, alimentación, entre otros detalles. Lo ocurrido, no deja de ser lamentable, no solo por la pérdida de más de 20 vidas, que nada tenían que ver con el nefasto asunto, sino que deberían encender las alarmas en nuestra capital, respecto a los pequeños narcos que se sabe existen, y caminan entre nosotros, posando de “bendecidos y afortunados”.
Reveladores fueron los audios publicados por la Revista Semana recientemente, en donde dos hombres, que hacían parte de la red de mafiosos que cometieron la fechoría, hablaban sobre el accidente, y las consecuencias que aquello podía generarles, sin saber que al tiempo eran escuchados por las autoridades, quienes tiempo después vendrían a buscarlos.
Hoy por lo sucedido, hay seis personas capturadas, que fueron allanadas aquí en nuestras propias narices, las cuales serían las encargadas de abastecer el 40% de las ollas en Ibagué, y a otros tres departamentos. Juan Gabriel Céspedes, Jairo Espinosa, Luis Alejandro Espinosa, Ana Lucía Salamanca, Lina Ximena Pinzón y Érika Tatiana Nieto, son los nombres de los maleantes, a quienes se les incautó armas, dinero en efectivo, libros de cuentas, grameras y todo lo relacionado con un laboratorio o centro de acopio de marihuana y cocaína.
Aunque no se sabe exactamente la procedencia de las víctimas, que murieron sin saber que habían sido utilizadas como mulas, el mensaje para los tolimenses debe ser claro y contundente: desconfíe de toda buena acción que parezca extraña, como decían las abuelitas “de eso tan bueno no dan tanto”.
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