El Chavismo murió hace tiempo

Ya no hay Chavismo, ni chavistas, y si los hay, ya no están en Venezuela. Hoy viven cómodos desde el exilio que muchas veces criticaron.

a no hay Chavismo para exportar, ni nada más que venezolanos necesitados que buscan salir de su país en búsqueda de mejores oportunidades. Atrás quedaron los días de la bonanza de los años 80, o al menos de la esperanza de muchos que vieron en Hugo Chávez a finales de los 90, un revolucionario moderno que trajo consigo, profundos cambios, algunos de ellos que terminaron beneficiando a millones de personas, pero también, un modelo político y económico que dejó herida de muerte a Venezuela, y exilió a otros tantos.

Cientos de adjetivos hoy pudieran describir la situación que allí se vive. Desesperanza, pobreza, peligro, hambre, pero también resignación, abandono, miedo, entre muchos otros. Venezuela hoy en día es un país que no vive, sino que sobrevive, y los problemas en lugar de terminar, crecen y crecen, y parecieran no tener techo.

Por estos días, y mientras Nicolás Maduro, gran responsable de la miseria que pasa el país hermano, disfrutaba de un gran banquete en Estambul, al tiempo que su país pasa hambre y necesidades, muchas son las voces que reclaman intervención militar con el fin de derrocar su gobierno. Crecen los rumores de que el mismo presidente norteamericano Donald Trump, se ha reunido con militares activos venezolanos, con el fin de alentarlos y apoyarlos a dar un golpe de estado, quizás necesario, para muchos, al ver las ramas del poder público, coartadas por Maduro.

Ya no hay Chavismo para exportar y tampoco petróleo, y mucho menos hay nuevas industrias, por la sencilla razón de que en Venezuela, no hay libre mercado, no hay respeto por la propiedad privada, ni mucho menos por el capital. Cocacola, Kellogs, y muchas otras multinacionales han sido expulsadas del país, otras han cerrado por la crisis, y las pocas que se han mantenido, han sido expropiadas por el gobierno de Maduro, el cual supera de lejos al de Chávez, como el más perverso, antidemocrático e inhumano.

Aquel proyecto político, iniciado por Chávez, hoy no es más que un mal recuerdo, pues si tenía algo de bueno, Maduro se encargó de enterrarlo, y ponerle la estocada final; con las violaciones a los derechos humanos, el populismo desbordado, la falta de conocimiento y habilidades, y una profunda ignorancia y ambición de poder.

Ya no hay Chavismo, ni chavistas, y si los hay, ya no están en Venezuela. Hoy viven cómodos desde el exilio que muchas veces criticaron, pues simplemente, no pudieron soportar, aquello de todo para todos, en un país desigual, que hoy, tiene que salir a rebuscar en otras latitudes, y pasar miles de necesidades, mientras su Presidente pasea por el mundo, fuma habanos y come grandes porciones de carne de los mejores chefs.

Ojalá que aquel refrán de que no hay mal que dure 100 años, se cumpla pronto en Venezuela.

REDACCIÓN EDITORIAL

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