Vamos por la tercera

Ganar en el Campín era una deuda que tenía pendiente nuestro equipo, y hacerlo en estas instancias, motiva y llena de confianza. Hoy por esa y muchas otras razones, el Murillo Toro, tiene que estar a reventar.

En marzo de 2017, en este mismo espacio editorial, EL NUEVO DÍA publicó su descontento y tristeza por el mal momento que vivía el Deportes Tolima por esos días. La falta de garra y lucha de algunos jugadores en ese tiempo, hicieron que el equipo tuviera un muy flojo desempeño, y un nivel de juego para el olvido.

La salida de Gregorio Pérez, y los roces del presidente del club con algunos periodistas de la ciudad, fracturaron un poco las relaciones y el buen ambiente del equipo hacia fuera. No obstante, y para fortuna de todos, la situación hoy en día es muy diferente. El retorno de Alberto Gamero a la banca del Vinotinto y Oro, sumado a algunos acertados refuerzos, hicieron que el equipo ibaguereño regresara a la senda ganadora, y en tan solo un año y tres meses, alcanzara la tan anhelada segunda estrella.

Hoy pese a algunas ausencias, como las de Ángelo Rodríguez y Sebastián Villa, jugadores fundamentales para ese segundo título, el equipo de Camargo, no ha bajado la guardia, y sigue con el acelerador en el piso, con miras a alcanzar la tercera estrella. Jugadores como Álvaro Montero, Rafael Robayo, Yohandry Orozco y Cariaco González, quien a propósito se fue a concentración con la Selección Venezolana en plenas finales, cosa molesta para cualquier técnico, se han vuelto piezas claves para la consolidación de un equipo compacto, que juega bien con la pelota al piso, y que se clasificó como el mejor de la fase de “todos contra todos”, parecía un sueño.

Deportes Tolima, con la humildad que caracteriza a Gamero, y la cual ha contagiado a sus dirigidos, hizo 39 puntos de 57 posibles, ganó 12 partidos, empató 3, perdió 4, e hizo 34 goles, para un rendimiento del 85% como local, y 53% como visitante. En otras palabras, el equipo tolimense, fue el mejor del torneo, pues clasificó de primero con más puntos y número de goles que otros, y de no ser porque en Colombia se juegan llaves semifinales, hoy sería el campeón por puntos y rendimiento, como ocurre en Argentina o España.

El resultado del miércoles frente a Santa Fe, aunque abierta la llave, indica que el Tolima está para grandes cosas. Ganar en el Campín era una deuda que tenía pendiente nuestro equipo, y hacerlo en estas instancias, motiva y llena de confianza. Hoy por esa y muchas otras razones, el Murillo Toro, tiene que estar a reventar. No puede ser posible que siendo nuestro equipo protagonista, el acompañamiento sea tan pobre como ha ocurrido en los últimos años, o sea únicamente de finales como evidentemente ocurre.

Con tan solo un empate esta noche, el Tolima será nuevamente semifinalista, y estando allí será muy difícil que nos detengan. Ojalá que nuevamente hoy tengamos una alegría, y que por favor alguien le diga a Gamero, que Rafael Robayo sí o sí, tiene que ser titular.

REDACCIÓN EDITORIAL

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