Algo de mejoría

Hoy más que nunca pareciera que la calle 103, la Circunvalar, el viaducto de la 60, y nuevas conexiones viales estén en los planes de futuros mandatarios, pero mientras eso ocurre, hay que tomar decisiones, y medidas, que, aunque impopulares, alivien, aunque sea un poquito, la congestión y el flujo vehicular,

La movilidad en Ibagué viene día a día haciéndose más compleja en los últimos 15 años. Más carros, más motos en las mismas vías, contando algunas obras nuevas, que dejó terminadas el exalcalde Rubén Darío Rodríguez, o a medio terminar, como la mal llamada Avenida Fantasma. Pese a ello, y en comparación con ciudades como Bogotá, Medellín o Cali, los trancones y trayectos, no son tan largos, si tenemos en cuenta, que, en la capital de la República, un taco puede durar una o dos horas, mientras que, en Ibagué, los embotellamientos no superan normalmente los 40 minutos.

Debido a ello, y ante la falta de soluciones contundentes, la Administración municipal, en cabeza del secretario de tránsito, José Alexis Mahecha, tomó la decisión de modificar la medida de “pico y placa” y agregarle dos horas al mediodía, con el fin de contrarrestar la gran cantidad de vehículos que a esa hora retornan desde lugares de trabajo y estudio a casa para almorzar. Pese a que en principio se había contemplado la posibilidad de imponer la medida durante todo el día, el alcalde Jaramillo tuvo en cuenta la propuesta de Fenalco, y así se ha ido los primeros 22 días, mostrando algo de mejoría en la movilidad.

Aunque por estos días, todavía algunos ibaguereños sigan lamentando la modificación, así como también criticando los reductores de velocidad instalados, los cuales tienen como objetivo mermar el alto índice de accidentalidad con los peatones, encontramos oportuno que, por fin, y luego de mucho pedirlo, se hayan tomado decisiones, que, aunque sencillas, pueden generar cambios positivos en nuestra capital.

Da vergüenza reconocerlo, pero en las calles ibaguereñas impera la ley del conductor más “verraco”, y los más imprudentes cometen infracciones a diario sin que haya quien les diga algo. Para ello, también habría que revisar la pertinencia de la intención de la Administración municipal, en generar el sistema de fotomultas, que a diferencia de cómo pensaba hacerlo el nefasto exalcalde, esta vez, no sería a través de un privado, sino sería la misma alcaldía quien operaría el sistema.

Desafortunadamente, no solo en Ibagué, sino en el país entero, carecemos de esa cultura para hacer las cosas bien sin necesidad de tener al policía al lado, y la lección y castigo usual, es una multa económica, en lo que al tránsito respecta. Sin embargo, esa es otra discusión, a la que aún le falta camino.

Hoy más que nunca pareciera que la calle 103, la Circunvalar, el viaducto de la 60, y nuevas conexiones viales estén en los planes de futuros mandatarios, pero mientras eso ocurre, hay que tomar decisiones, y medidas, que, aunque impopulares, alivien, aunque sea un poquito, la congestión y el flujo vehicular, como se ha hecho recientemente.

Bien por Mahecha que se ha venido dando la pela con el tema. Lo demás depende de los ibaguereños.

REDACCIÓN EDITORIAL

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