El adios a Belisario

Sin embargo, y pese a esos dos capítulos dolorosos para el país, de Belisario podría decirse también que fue el primer Presidente colombiano que quiso apostarle al fin de la guerra, incluso mucho antes de que estallara en forma. Bajo su voluntad, se buscaron acercamientos con las guerrillas, que dieron como resultado la firma de los acuerdos de La Uribe en el Meta.

n la historia de Colombia quedará el nombre de Belisario Betancur, como el Presidente de las dos grandes tragedias que han enlutado nuestra Nación: la toma del Palacio de Justicia por parte del M19, y la avalancha de Armero, en la cual murieron más de 23 mil personas.

En ambas situaciones, el presidente Belisario tuvo que tomar decisiones radicales, que hoy, más de 30 años después, y aún con su muerte, se le siguen reclamando. La primera, y quizás la más delicada, fue cuando el Ejército entró a sangre y fuego con tanques al Palacio, con el fin de “recuperar la democracia”, y terminó con el trabajo que había propiciado esa guerrilla: una retoma sangrienta, y el caos que acabó con vidas inocentes.

Rápidamente, todo fue una gran nube de humo, y ni siquiera los llamados del entonces Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, fueron atendidos por Belisario, quien, a través de su Ministra de Comunicaciones, Noemí Sanín, mandó a transmitir un partido de fútbol por televisión, para disipar lo que estaba pasando en ese momento.

Lo segundo que se le reclama, fue tan solo una semana después, cuando Armero dejó de existir por cuenta de la avalancha, que antes de medianoche, arrasó con todo lo que había en el pueblo. De nada sirvieron las advertencias que se le había hecho tanto al gobernador de la época, así como al Ministro de Minas, Iván Duque Escobar, padre del hoy Presidente de la República, quienes desde el Gobierno que presidía Belisario, quizás, por creencia suya, subestimaron lo que esa noche podía pasar, y no actuaron rápido en la evacuación, que pudo haber evitado el luto.

Sin embargo, y pese a esos dos capítulos dolorosos para el país, de Belisario podría decirse también que fue el primer Presidente colombiano que quiso apostarle al fin de la guerra, incluso mucho antes de que estallara en forma. Bajo su voluntad, se buscaron acercamientos con las guerrillas, que dieron como resultado la firma de los acuerdos de La Uribe en el Meta. Su persistencia en construir un país reconciliado, lo llevó a que incluso opositores, y personajes liberales, siendo él de extirpe conservadora, le reconocieran su gallardía y decencia.

También fueron famosas las batallas con el iniciante Cartel de Medellín, así como su personalidad, y su prudencia para no inmiscuirse, en los asuntos de Estado, luego de dejar la Presidencia. Belisario Betancur se murió creyendo fielmente en un país capaz de hacer la paz, pero también, habiéndole pedido perdón a los colombianos, y especialmente a los hijos de Reyes Echandía en la ciudad de Ibagué, por no haber oído a tiempo los llamados de su padre, en medio del ingreso de los tanques al Palacio.

Probablemente consigo se llevó secretos, y respuestas a tantas inquietudes, especialmente de la retoma del Palacio, y esa fue la deuda que quizás nos dejó. Paz en su tumba, y ojalá que aquel rumor, de que en sus memorias pos mortem, encontremos algo, pueda ayudarnos a esclarecer lo ocurrido después.

REDACCIÓN EDITORIAL

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