¿El Museo de Arte del Tolima cerrará sus puertas?

¿Dónde está la empresa privada? ¿La Cámara de Comercio de Ibagué no tiene un rubro para cultura? ¿Vamos a permitir que el Museo de Arte del Tolima cierre definitivamente sus puertas al público y que este patrimonio nuestro deje de existir?

El Museo de Arte está a punto de cerrar sus puertas por falta de recursos. Inaugurado en diciembre del 2003, durante el último año de la administración del gobernador Jaramillo, y con más de cien obras de la colección Departamental, comenzó labores sin la asignación de un presupuesto para su funcionamiento.

Desde entonces, y hasta hoy, ha trabajado dependiendo de la voluntad política y del interés por el arte y la cultura que pueda mostrar el gobernante de turno. Cuenta con el 10% del recaudo de la estampilla pro cultura que se logró cuando la Asamblea Departamental expidió una ordenanza, en el 2008. Sin embargo, este apoyo no se ha recibido todos los años en forma completa y transparente.

A pesar de las dificultades se muestran muchos logros: Por medio de un decreto se definió que el Museo es un espacio de exhibición y formación. Esto evita que algún gobernante pretenda utilizar las instalaciones para otro tipo de destinación como ya se intentó antes.

De otro lado, se han consolidado varias líneas de trabajo. Por ejemplo, el Departamento de investigación y desarrollo audiovisual, las áreas de curaduría, de comunicación, diseño, educación, el programa de radio, la producción de documentales, el salón de diseño, el salón internacional de grabado, el salón tolimense de fotografía, el premio Julio Fajardo, el canal de YouTube, la página web y los talleres de arte abiertos a todos los públicos. Además, ya son más de quinientas las exposiciones realizadas del orden local, regional, nacional e internacional.

Aunque se ha trabajado con convenios interinstitucionales entre Alcaldía y Gobernación, hoy estos han tomado otro rumbo porque el Decreto Constitucional 092 de 2017 señala que los recursos que se otorguen deben ir a licitación pública a externos, sin que el Museo tenga incidencia sobre su propio proyecto o reciba ingresos.

El Museo ya cuenta con una propuesta consolidada y diferentes alianzas hasta finales del 2020, siempre que existan recursos para llevarla a cabo. La gente quiere el Museo, pero la empresa privada tampoco apoya con recursos, patrocinio de salas, o como amigo del Museo. Aunque artistas, galeristas, curadores y visitantes se impresionan gratamente por sus instalaciones, después de dieciséis años de trabajo, el Museo aún no tiene un presupuesto fijo, como sí lo tiene el Panóptico.

El desinterés de las entidades públicas y privadas frente a la cultura es evidente. Gobernador, ¿Es posible que, antes de que termine su período, se le asigne un presupuesto fijo al Museo? ¿Un presupuesto para la preservación de la colección departamental y demás colecciones? ¿Va a recuperar el Museo su personal de apoyo? ¿Se le van a pagar a la Directora los meses de sueldo que se le adeudan? ¿Dónde está la empresa privada? ¿La Cámara de Comercio de Ibagué no tiene un rubro para cultura? ¿Vamos a permitir que el Museo de Arte del Tolima cierre definitivamente sus puertas al público y que este patrimonio nuestro deje de existir?

REDACCIÓN EDITORIAL

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