El Tolima en modo fase final de la campaña política

Y ese debiera ser el verdadero debate: El de las propuestas, el de las ejecutorias, el de las ideas vanguardistas, el de la creatividad, el de los proyectos realizables. No debe convertirse, ésta, en la campaña del desprestigio, los ataques personales, la información falsa en redes y el sectarismo de los anacrónicos colores políticos.

Las redes sociales “explotaron” este fin de semana, inundadas con la inscripción ante la Registraduría de miles de candidatos a Corporaciones Públicas. Aspirantes a Gobernación, alcaldías, concejos, asambleas y ediles inician una carrera maratónica para conquistar, para enamorar, a miles de ciudadanos habilitados para votar el 27 de octubre, día de las elecciones.

Un alto porcentaje de ciudadanos no creen en la política y de quienes la ejercen. Tienen una marcada tendencia a criticar este tipo de expresiones; incluso, se molestan y cuestionan, con frecuencia, información sobre esta actividad. Tal vez, no conocen que son los políticos, los que elegimos para esas corporaciones, los que toman las decisiones más importantes para el desarrollo o atraso de los pueblos. Son los que hacen carreteras, llevan educación, construyen colegios, entregan subsidios de diferente índole y de su gestión, depende en buena parte el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de un territorio.

Inicia en firme la campaña que dura muy poco, menos de tres meses. Es el tiempo que tienen los aspirantes para convencer con propuestas. Y ese debiera ser el verdadero debate: El de las propuestas, el de las ejecutorias, el de las ideas vanguardistas, el de la creatividad, el de los proyectos realizables.

No debe convertirse, esta, en la campaña del desprestigio, los ataques personales, la información falsa en redes y el sectarismo de los anacrónicos colores políticos.

Es imperativo que quien llegue a la Gobernación del Tolima, pueda trabajar con todos los alcaldes del Departamento, porque son los ciudadanos quienes necesitan de las inversiones conjuntas, ante los pírricos presupuestos de muchos municipios. En el caso de Ibagué, el nuevo alcalde tendrá que ejecutar lo pendiente y emplearse a fondo en su capacidad de gestión ante el Gobierno nacional para abrir nuevos escenarios a la inversión pública.

Inició la campaña, la campaña de las ideas y los debates propositivos. Que lleguen los mejores, los que gobiernen bien; porque el Tolima, su capital y sus municipios están muy rezagados y la responsabilidad es grande.

REDACCIÓN EDITORIAL

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