La noticia deportiva tuvo gran resonancia y no era para menos. La colombiana, y mejor aún la tolimense, María José Rodríguez, se convirtió en la nueva campeona mundial de bolos.
La bolichera ganó en la modalidad Todo Evento del Campeonato Mundial Femenino de Bolos que se disputó en Las Vegas, Estados Unidos. También fue la mejor en la sumatoria individual de sencillos, dobles, ternas y equipos. Este es un deporte que goza de gran aceptación en Colombia.
Para los especialistas de esta disciplina, el Campeonato Mundial de María José no sorprendió; porque el año pasado ya se había coronado campeona del PWBA Tour Championship; es decir, se convirtió en la mejor bolichera profesional de la temporada 2018. Años antes había logrado importantes figuraciones de este deporte.
María José nació en Ibagué. Terminó sus estudios de bachillerato en el colegio La Presentación y luego viajó a Estados Unidos donde superó toda suerte de dificultades para llegar a ser campeona mundial; desde las barreras idiomáticas, hasta las culturales y, por supuesto, la exigente rutina de entrenamientos.
María José pertenece a la Liga de Bolos de Antioquia y es fácil advertir por qué. Donde se quede en Ibagué habría corrido con la suerte de miles de deportistas que no tienen donde entrenar, y menos a alto nivel, porque la corrupción acabó con los Escenarios Deportivos. Los mismos que este Gobierno local tampoco logró reconstruir, por diferentes razones. La consagración de María José no es otra cosa que la toma de buenas decisiones, la disciplina constante, las metas claras y, por supuesto, el apoyo y el impulso gubernamental para aprovechar las oportunidades.
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