La apropiación y cuidado de los espacios públicos

Es actuar, es cuidar, es informar a las autoridades. Realmente, los gobiernos invierten millonarios recursos y aplicar la premisa que lo público es de todos, debe ser el comportamiento a seguir.

Lo público es más de nadie que de todos. Esa parece ser la conducta de vida que mueve a muchos ciudadanos, o sino hagamos un repaso mental de los principales parques y referentes urbanos que tiene una ciudad como Ibagué.

El recorrido por parques icónicos como el de La Música, El Centenario, el Andrés López de Galarza y otros muchos, nos revalida el concepto que han sido objeto del más infame vandalismo. Casi que ninguno en la capital tolimense se salva.

En el sector de los “Jordanes”, quizás donde hay más parques en la ciudad, los vecinos libran titánicas batallas para alejar a viciosos de esos lugares comunes. A estos últimos poco y nada les importa el cuidado de esas zonas verdes. En muchos casos también dañan.

Hace pocas semanas fue abierto al público un parque acuático. Está ubicado en el barrio Belén. Ya es toda una atracción para los niños que lo visitan, por lo novedoso, por lo bonito. El llamado respetuoso, casi angustioso, de los directivos de la empresa Ibagué Limpia fue uno solo: Por favor, cuídenlo, es para el beneficio de todos.

Todos estamos llamados, obligatoriamente si se quiere, a cuidar y preservar nuestros parques. Son los mejores lugares para el encuentro de las familias, para el esparcimiento, para compartir y para sentirnos orgullos de tenerlos en medio de las “selvas de cemento”.

Alejar a los vándalos es tarea de vecinos, autoridades, funcionarios, ambientalistas y todos los ciudadanos.

El sentido de pertenecían no es solamente hacer alharaca en redes sociales e indignarse. Es actuar, es cuidar, es informar a las autoridades. Realmente, los gobiernos invierten millonarios recursos y aplicar la premisa que lo público es de todos, debe ser el comportamiento a seguir, sin excusas.

EL NUEVO DÍA

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