El turismo ha sido una de las actividades económicas más golpeadas por la pandemia causada por el Covid-19. Para el Tolima este es un sector importante, debido a la infraestructura existente en municipios como Melgar, Carmen de Apicalá y Flandes; al patrimonio cultural e histórico que poseen ciudades como Honda, Mariquita y Ambalema; y a los atractivos naturales de poblaciones como Prado y Murillo. Además, la vecindad con Bogotá convierte a nuestro departamento en un destino cercano, de fácil acceso, económico y con múltiples posibilidades para la recreación, la práctica del turismo de aventura o el descanso, para millones de bogotanos.
El turismo crea empleos para gran variedad de empresas como hoteles, piscinas, centros de recreación, restaurantes, tiendas de recuerdos, transporte, bares y discotecas. Este fue uno de los sectores que tuvo que cerrar totalmente sus puertas durante cinco meses y sus actividades apenas están reiniciando de manera gradual.
En la actualidad, ocho municipios, con el acompañamiento de la Gobernación, se encuentran implementado protocolos de bioseguridad en hoteles y restaurantes para recibir de nuevo visitantes, y en Ibagué, con motivo de la celebración del Día Internacional del Turismo, se organizó una agenda que incluye conversatorios, conferencias y recorridos por la ciudad.
La Organización Mundial del Turismo (OMT) ha designado el 2020 como el Año del Turismo y el Desarrollo Rural. Por este motivo, elaboró una serie de recomendaciones para que los países y regiones las tengan en cuenta en el momento de promover estos nuevos destinos, de modo que el turismo sea realmente una herramienta de desarrollo.
De acuerdo con la OMT, el tema del turismo ha de estar incluido dentro de los planes de desarrollo de manera interinstitucional. Es preciso contar con un inventarios de los lugares que se han de promocionar; hacer una evaluación de la infraestructura, conocer los recursos, las fortalezas y las necesidades de los sitios que serán promocionados como destinos turísticos, y efectuar inversiones que garanticen un turismo de calidad con servicios adecuados para los viajeros, vías de acceso transitables, servicios básicos y capacitación para las empresas o personas que se encargarán de su operación. Es preciso conocer cuáles son las preferencias de los interesados en turismo de naturaleza y elaborar planes de mercadeo adecuados. Así mismo, es esencial integrar los recursos naturales y culturales, y fomentar prácticas sostenibles como incentivar el empleo de energías limpias, prohibir los plásticos de un solo uso y promover el reciclaje.
Nos gustaría conocer qué han hecho la Gobernación y las alcaldías en esta materia, si se busca que efectivamente el turismo sea una oportunidad de mejorar las condiciones económicas de los municipios tolimenses que ya cuentan con lo esencial; es decir, recursos naturales y atractivos turísticos, pero carecen de apoyo estatal para poder ofrecer servicios de calidad.
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