Después del año perdido por causa de la pandemia, los gobernantes habrán de ejecutar acciones en procura de recuperar el empleo, reactivar la economía y concluir las obras que quedaron pendientes. El Tolima padece de décadas de atraso que obligarán al gobernador a trabajar a marchas forzadas, para llevar a cabo los proyectos que se han trazado para el Departamento.
La presión que ocasionó la pandemia empujó al mandatario seccional a buscar soluciones ante la escasez de camas UCI en el Departamento; fue así como logró habilitar parte de la sede Limonar del hospital Federico Lleras, edificio que estuvo en venta durante la administración pasada, ante el desinterés o falta de capacidad para ponerlo a funcionar. El gran reto del gobernador en materia de salud será avanzar en la adecuación de otros pisos del hospital, mantener los servicios de salud en el centro asistencial más importante de la región, asegurar la operación de los demás hospitales del departamento y trabajar de la mano del Ministerio de Salud para cumplir las metas de vacunación.
En cuanto al sector educativo, el gran logro de la Gobernación ha sido el de garantizar la matrícula gratuita para los estudiantes de pregrado la Universidad del Tolima y el Instituto Tolimense de Formación Técnica Profesional (Itfip) hasta el 2023. Además de mantener la gratuidad en la educación superior pública, la Gobernación tendrá que atender otros sectores que se encuentran rezagados, por cuenta del atraso tecnológico y la falta de infraestructura adecuada como la educación inicial, el preescolar, la primaria y la secundaria.
La construcción y el mantenimiento de las vías del Departamento es otro de los desafíos que deberá enfrentar el gobernador, quien hizo anuncios sobre inversiones en Chaparral, Rioblanco, Carmen de Apicalá, Cunday, Purificación, Anzoátegui, Coyaima y Ataco; pero hay otras, como la carretera hacia Ambalema, a las que no se les ha hecho mantenimiento en años. Gran parte de los recursos se concentran en las vías Ibagué-Rovira, Ibagué-Juntas y en las calles de barrios populares de la capital, todas obras muy importantes, pero el gobernador deberá tratar de equilibrar los recursos, pues es el mandatario de todos los tolimenses, no solo de los ibaguereños. Otro de los asuntos que merecen la atención del mandatario seccional es el de proteger los derechos de las mujeres que se vieron vulnerados en 2020, tal como lo demuestran las alarmantes cifras de feminicidios, casos de violencia intrafamiliar y desempleo; el reto será entonces promover, desde la Secretaría de la Mujer (cuyas ejecutorias no se conocieron), políticas y acciones tendientes a garantizar el pleno goce de sus derechos. Estos son algunos de los desafíos de nuestro gobernante, en los que estarán a prueba su capacidad para gestionar proyectos y atraer recursos, pero más que todo servirán para valorar su independencia y compromiso con todos los tolimenses y no con los de un solo sector.
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