La inquietante resolución 00125

Para los constructores, la resolución es contradictoria y contraproducente, pues, si se aplica a rajatabla, muchas edificaciones de la ciudad tendrían que ser demolidas por considerarse que obstaculizan la aeronavegación.

Los constructores ibaguereños se encuentran seriamente alarmados por la reciente expedición de la Resolución 00125 de la Aeronáutica Civil “por la cual se determina por sectorización las alturas máximas permitidas en superficies limitadoras de obstáculos de la ciudad de Ibagué”. En términos sencillos esta resolución limita la altura de las construcciones en la ciudad, para que no interfieran con las aeronaves que aterrizan o despegan en el aeropuerto Perales.

El problema es que, al parecer, los funcionarios que elaboraron la resolución tomaron como base un mapa en el que la ciudad es completamente plana y desconocen, por ejemplo, que entre el aeropuerto Perales y La Pola existe una diferencia de altura sobre el nivel del mar de casi 400 metros: mientras el aeropuerto Perales está a 910 metros sobre el nivel del mar, La Pola se encuentra a 1290 metros sobre el nivel del mar. 

Para los constructores, la resolución es contradictoria y contraproducente, pues, si se aplica a rajatabla, muchas edificaciones de la ciudad tendrían que ser demolidas por considerarse que obstaculizan la aeronavegación; así mismo, la disposición impediría que se construyan nuevas obras.

La resolución ya fue publicada en el Diario Oficial; esto significa que se encuentra vigente y que se debe acatar desde ahora, lo cual representa un serio problema para los constructores, por cuanto los curadores urbanos deberán tener en cuenta dicha normatividad para autorizar las licencias de construcción. 

Es posible que la norma sea revisada por la Aeronáutica, pero ya conocemos la lentitud de los procesos en las entidades públicas, y si se recurre al trámite normal para pedir que la disposición sea derogada, las solicitudes para las construcciones en Ibagué quedarían paralizadas por meses o, quizás, años.

Es preciso que el gremio de los constructores, con el respaldo de la Alcaldía de Ibagué, la Gobernación del Tolima, los congresistas y las demás fuerzas vivas de la región, comiencen de inmediato las gestiones para solicitar, inicialmente, la suspensión de la aplicación de dicha norma, y luego soliciten que sea revisada, rectificada y ajustada a la realidad de la topografía ibaguereña.

EL NUEVO DÍA

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