Con el cierre del Banco de la República en Ibagué pierden los tolimenses 

Esperamos que este cierre no sea un motivo más para que el Departamento salga de los planes nacionales.

 

A partir del 4 de marzo en Ibagué y otras cinco ciudades del país, el Banco de la República no prestará más el servicio de tesorería a las entidades bancarias y a los ciudadanos en general. La versión oficial señala que la decisión obedece a la modernización del emisor y a la tendencia mundial de que los bancos centrales transfieran a terceros la distribución del efectivo. 

Desde el año pasado funcionan en esta capital dos Centros Complementarios de Efectivo que cumplen esta función, por lo cual ya no se considera necesaria la presencia del Banco. Sin embargo, se conservarán las tareas relacionadas con el seguimiento y análisis de la economía regional. También continuará funcionado la Biblioteca Darío Echandía que mantendrá sus servicios, lo mismo que las salas prácticas musicales, actividades que se fortalecerán.

Existe un evidente descontento entre los trabajadores del Banco. Para la Asociación Nacional de Empleados del Banco de la República (Anebre) se trata de una “masacre” laboral, teniendo en cuenta que cien personas quedarán cesantes con el cierre de las seis sedes, veinticinco de ellas de Ibagué. Así mismo, alertaron por una inminente clausura de la Fábrica de Moneda que opera en esta capital, pues está siendo subutilizada (este año funcionará al 25 %) y ahora se está contratando la fabricación de las monedas en el exterior.

Es lamentable el cierre de las operaciones del Banco de la República, ya que no solamente ofrecía el servicio de entregar dinero a las demás entidades bancarias, sino que representaba un pilar fundamental en la vida del Tolima; desde sus oficinas y con el liderazgo de gerentes regionales se gestaron obras y proyectos que aportaron beneficios para todo el Departamento. 

Vale recordar, por ejemplo, que el tolimense Alfonso Palacio Rudas gestionó la construcción de la biblioteca y la plazoleta Darío Echandía y el establecimiento de la Casa de Moneda. Otro tolimense, Carlos Gustavo Cano, llevó a las regiones la realización de las juntas del banco. Así mismo, desde la gerencia regional se emprendieron proyectos para el rescate de los valores tolimenses, a partir del reconocimiento a la vida y obra de destacados ciudadanos de la región.

Esperamos que este cierre no sea un motivo más para que el Departamento salga de los planes nacionales.

Redacción El Nuevo Día.

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