Para sensibilizar y visibilizar los derechos de las mujeres, cada 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer. Y es a partir de esta necesidad de reconocimiento que se busca concienciar a la sociedad. A pesar de los avances que se han logrado en Colombia en los últimos años, con políticas como la creación de la política pública de la mujer y la existencia de normas que las protegen, como la “Ley de cuotas” o la “Ley Rosa Elvira Cely”, que tipificó el feminicidio, esto no ha sido suficiente y aún falta mucho camino por recorrer en busca de la igualdad entre hombres y mujeres.
Por razones de género, las mujeres son abusadas, golpeadas, estigmatizadas y asesinadas. Menos doloroso, pero igualmente discriminatorio, son las cargas que se les asignan en el hogar como cuidadoras; la desigualdad en las condiciones laborales y salariales, y las creencias sociales sobre cuál debe ser su rol en la sociedad, que les imponen límites y prohibiciones en su forma de vestir, de hablar y de comportarse.
En el aspecto económico, las mujeres son más afectadas que los hombres por el desempleo y tienen mayores posibilidades de no contar con ingresos propios; cerca del 50 % de las mujeres en edad de trabajar están por fuera de la fuerza laboral y en las zonas rurales la situación es peor; la posibilidad de que un hombre con baja escolaridad pueda conseguir empleo es superior, frente a las mujeres en su misma condición; además, son las más afectadas por la pobreza y la deserción escolar. En sus relaciones de pareja, una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia económica y patrimonial. Pese a todos los obstáculos, las mujeres son una importante fuerza dinamizadora de la economía: más de 12,5 millones son cabeza de hogar, y sostienen y cuidan a sus familias.
En el Tolima, el escenario es doloroso, en cuanto a violencia de género se refiere; a noviembre de 2021 los casos habían aumentado más de 15 %, y son los municipios de Ibagué, Ataco, Planadas y Chaparral los más inseguros para las mujeres.
Este será un día en que las mujeres recibirán homenajes, flores e invitaciones; su labor será exaltada y reconocida.
Sin embargo, no es suficiente; es preciso que los espacios económicos, laborales, educativos, sociales y culturales sean una realidad y no una mera enunciación.
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