Gustavo Petro debe empezar por reconciliar a la Nación

Como ha sido siempre el espíritu de este periódico, estaremos muy atentos a las acciones de gobierno de Gustavo Petro, para exigir la atención que Tolima merece, así como para destacar sus éxitos y criticar sus desaciertos, siempre atendiendo a la crítica justa, democrática y limpia.

En las urnas, el pueblo colombiano ha dado su veredicto y en una apretada elección, pero con una clara victoria que el candidato perdedor reconoció oportunamente, Gustavo Petro Urrego se convirtió ayer en el nuevo presidente electo de los colombianos. El candidato representó al Pacto Histórico, una propuesta que comenzó como la unión de pequeños grupos políticos alternativos y terminó convertido, luego de la primera vuelta, en una robusta alianza en la que tomaron parte respetables figuras de todo el espectro político, desde dirigentes conservadores, hasta tradicionales líderes de los partidos de centro y sus alas con mayor tendencia a la izquierda.

El triunfo de Gustavo Petro crea varios hitos históricos, el primero de ellos haber logrado que por primera vez en la vida republicana de Colombia, un líder de izquierda gane la Presidencia, lo que constituye un desafío de especial complejidad en este momento en el que el país afronta situaciones bastante críticas en varias áreas. 

Pero, además de los problemas estructurales que afronta Colombia, el momento actual impone al recién elegido, un esfuerzo firme y urgente en pro de la reconciliación nacional, profundamente afectada luego de una campaña legislativa y presidencial extensa y agitada.

Crear los espacios y los momentos propicios para que los distintos sectores políticos, principalmente, se reencuentren, sanen las heridas que dejó la contienda proselitista y logren converger hacia los más altos principios y valores de la Nación para alcanzar la unidad que la patria clama. 

Así mismo, el presidente electo, como lo manda el sentido de la ética y lo determina la ley, debe cumplir juiciosamente el programa de gobierno que inscribió y que, mucho más allá que una promesa, es realmente el documento fundamental de su gobierno, que debe ser base de toda evaluación sobre su desempeño.

Como ha sido siempre el espíritu de este periódico, estaremos muy atentos a las acciones de gobierno de Gustavo Petro, para exigir la atención que Tolima merece, así como para destacar sus éxitos y criticar sus desaciertos, siempre atendiendo a la crítica justa, democrática y limpia. 

Felicitamos entonces al nuevo Presidente electo de los colombianos y esperamos que, para bien de la República, cuente con el tino necesario para unir a la Nación y conducir el país hacia una nueva etapa de progreso y sana convivencia.

 

El Nuevo Día

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