¿Estamos lejos de superar la pobreza?

En nuestro Departamento el 43% de los hogares vive por debajo de la línea de pobreza (cerca de 600.000 personas) y 8% vive por debajo de la línea de pobreza extrema (cerca de 110.000 personas).

El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) dio a conocer un informe de seguridad alimentaria en la región central de Colombia (Cundinamarca, Bogotá, Tolima y Huila), que representa el 35% del PIB Nacional y en donde viven cerca de 14 millones de personas.

Esta región (en especial, Bogotá) es motor de desarrollo, crecimiento e innovación y fuente de estabilidad y oportunidades laborales, por lo cual atrae inmigrantes (nacionales y extranjeros). Sin embargo, los últimos años han sido catastróficos. En primer lugar, la pandemia de Covid-19 causó enormes perjuicios, de los cuales aún no se recupera la región. Además, las finanzas de los hogares se han visto afectadas por el invierno, la guerra en Ucrania, el precio del dólar y la elevada inflación del último año (Bogotá, 12 %, Ibagué, 14 % y Neiva 14 %).

Para hacerse una idea de la actual situación, solo basta observar los resultados de las encuestas que realizó el PMA entre junio y noviembre del año pasado. El 31 % vive por debajo de la línea de pobreza. 33 % de los encuestados de la zona urbana y 35 % en la zona rural dijeron que han visto reducidos sus ingresos. En el último año se registraron 6.400 casos de desnutrición aguda en niños menores de cinco años, el 30 % del total nacional.

La inseguridad alimentaria está más presente entre la población vulnerable: 43 % de los jefes de hogar con discapacidad; 31 % de los jefes de hogar sin escolaridad; 29 % de indígenas y afrocolombianos; 29 % de los afectados por desastres; 28 % de las mujeres cabeza de hogar; 28 % de los hogares monoparentales y 25% de los afectados por el conflicto no pueden alimentar bien a sus familias. 

Dentro de la región, el Tolima es el que presenta más desigualdad en el acceso a los servicios públicos: 44 % no cuentan con acueducto, 12 % tiene necesidades básicas insatisfechas (vivienda inadecuada, hacinamiento crítico, servicios inadecuados, alta dependencia económica y niños en edad escolar que no asisten a la escuela), y el 12 % tiene una dieta pobre. En nuestro Departamento el 43 % de los hogares vive por debajo de la línea de pobreza (cerca de 600.000 personas) y 8 % vive por debajo de la línea de pobreza extrema (cerca de 110.000 personas).

La encuesta muestra una radiografía preocupante de la realidad de la región que debe ponernos a reflexionar sobre la forma de reducir la desigualdad y garantizar la alimentación a las familias más vulnerables. También habrá de ser materia de estudio y base para la presentación de propuestas por parte de quienes aspiran a gobernar el Departamento y la capital en los próximos cuatro años.

EDITORIAL

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