Navidad

No sobra recordar que, para pasar unos días alegres y en paz, lo mejor es no excederse en el consumo de licor, no quemar pólvora y mucho menos permitir que sea manipulada por menores de edad.

Hoy se celebra la Navidad en la mayoría de los hogares colombianos. En esta fecha culmina una parte importante de las celebraciones decembrinas. Los comerciantes tienen cifradas sus esperanzas en las ventas de estos días y en el aumento de los turistas. Sin embargo, este no ha sido un año fácil y los gastos en los hogares están limitados.

En Ibagué se han implementado estrategias para darle mayor dinamismo a la economía local. Una de ellas es el alumbrado navideño que se ha dispuesto en los parques y plazas del centro de la ciudad, en el Panóptico, en el parque deportivo y en las carreras Tercera y Quinta. Esto ha atraído un buen número de personas que cada noche recorren las calles y aprovechan para ir a restaurantes o comprar en los puestos callejeros.

Otra medida fue la de extender los horarios en el comercio y los establecimientos de diversión. Los centros comerciales, por su parte, han organizado actividades culturales y recreativas para que los ibaguereños realicen sus compras y pasen un día agradable.

Algunos de los planes funcionaron y otros no. Por ejemplo, la disposición de organizar a los vendedores ambulantes en la Tercera y no permitirles ubicarse entre las calles 10 y 13, también fracasó este año. Algo similar sucedió con el plan de movilidad, pues el desorden, sumado a una mayor cantidad vehículos y a la ausencia de agentes de tránsito aumentaron los trancones.

Esta es una temporada en que crece el consumo de forma extraordinaria; las ventas en diciembre representan cerca del 40% del total del año en algunos sectores y por eso la Navidad se espera con gran expectativa.

Sin embargo, no hay que olvidar que esta es una época para revivir tradiciones, para reencontrarse con la familia, para demostrar afecto por nuestros parientes y amigos, y ser solidarios y empáticos con aquellos que no lo están pasando bien. Mas, en esencia, es la celebración más importante para los niños.

Las familias se reúnen alrededor de las tradiciones como la cena navideña, las novenas y los paseos. No sobra recordar que, para pasar unos días alegres y en paz, lo mejor es no excederse en el consumo de licor, no quemar pólvora y mucho menos permitir que sea manipulada por menores de edad. Esperamos que en los hogares tolimenses esta noche reinen la armonía, el regocijo, la fraternidad, y la tolerancia. ¡Feliz Navidad!

El Nuevo Día.

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