Buenos propósitos para Ibagué y el Tolima

Cada año, por estas fechas, las personas se hacen propósitos. Bajar de peso, alimentarse sanamente, trabajar con más ahínco, buscar un nuevo empleo, emprender un negocio o iniciar una carrera.

En fin, cambiar para mejorar. Muchos de esos objetivos quedan en meras buenas intenciones o a las pocas semanas se olvidan, lo cual no impide que al final del año hagamos de nuevo una lista con el compromiso de, esta vez sí, cumplirlos.

Posiblemente los que se dedican a gobernar y legisladores incluyan entre su lista de propósitos, las tareas que les permitirán cumplir una buena gestión. Así que, para el caso del Tolima, los ciudadanos esperamos que su lista coincida con las necesidades de la región y que sus compromisos no se queden engavetados.

 El 2024 recibe nuevos alcaldes, gobernadora, concejos y asambleas. Los tolimenses esperamos de los diputados a la Asamblea y los concejales de los 47 municipios que cumplan a cabalidad sus funciones como las de formular proyectos para beneficio de la población, que estudien juiciosamente los de iniciativa del ejecutivo y que aprueben los que sean convenientes, sin esperar “mermelada”. Así mismo, que ejerzan control político a los funcionarios y los mandatarios; que asistan a las sesiones completas y no que solo esperen el llamado a lista para luego escabullirse.

 De la gobernadora y los alcaldes esperamos que gobiernen con independencia, rectitud y sabiduría. Que trabajen en forma coordinada y colaborativa, sin tener en cuenta el color político, y que los recursos y proyectos fluyan para beneficiar a todos los tolimenses. Que se dediquen más al trabajo, a gestionar recursos, a explicar sus programas y menos a lanzar dardos con fases grandilocuentes para a sus opositores y críticos. Que se centren en concluir las obras que quedaron abandonadas y que dediquen sus esfuerzos a mejorar la calidad de la educación pública, mediante la asignación de recursos para dotar las instituciones, mantener la planta docente y garantizar el trasporte y la alimentación escolar, especialmente, en las zonas más apartadas y vulnerables.

Los tolimenses, por su parte, deberán ser mejores ciudadanos, buenos vecinos, más solidarios, más tolerantes, menos intransigentes, más participativos y hacer seguimiento a la gestión de los gobernantes para reclamarles que cumplan sus promesas.

           

El NUEVO DÍA

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