Ahorrar agua es un deber de todos

Colombia está padeciendo con intensidad el fenómeno del Niño. Los incendios se multiplican y en el Tolima, la Gobernación declaró la alerta naranja por esta circunstancia. En Ibagué, la situación se complica más porque la falta de lluvias ya está impactando los caudales de las principales fuentes de abastecimiento de agua, lo cual obligó a la Alcaldía a decretar la alerta amarilla.

De acuerdo con el Ibal, la quebrada Cay, una de las que surte el acueducto, ha disminuido su caudal en 30%, y los niveles del Combeima y Chembe también han descendido. La empresa ha emprendido acciones como el monitoreo constante de estas fuentes y mantiene los distritos hidráulicos en pleno funcionamiento. Así mismo, recomienda a los usuarios que tengan tanques de almacenamiento para que cuenten con agua en forma permanente.

Sabemos de la vulnerabilidad del acueducto de Ibagué ante los cambios climáticos, porque la ciudad carece de embalses que permitan el almacenamiento de agua por largos periodos. En este momento nos hallamos ante una situación de emergencia y para superarla se requiere el concurso de todos los ibaguereños.

El Ibal ha anunciado que desde hoy efectuará visitas a los barrios para conocer las necesidades de las comunidades en materia de este servicio. En estas reuniones, además de efectuar las revisiones de las redes, también, seguramente, informará a los ciudadanos sobre la manera de ahorrar agua.

El fenómeno del Niño se extenderá por lo menos hasta abril, según pronostica el Ideam. Así que apenas estamos comenzando a sentir sus rigores. Por ello es imperioso que en cada hogar se haga un uso responsable y eficiente del agua, y que se activen los protocolos de emergencia. Además de tener tanque de almacenamiento, hay que revisar si existen fugas de agua, reducir los tiempos en la ducha, emplear la lavadora solo con la carga completa, regar las plantas en las primeras horas de la mañana o al caer la tarde para reducir la evaporación e idear otras formas de economizar el agua en la cocina y los baños. De igual forma, emplear balde y no manguera para lavar el vehículo o llevarlo al lavadero con menor frecuencia.

Además, es necesario que, en los colegios, en las universidades, en los barrios, en las industrias y en las demás empresas se adopten normas similares a las de los hogares. Es preciso, igualmente, visibilizar el problema y exponer las formas de afrontarlo, en todos los escenarios posibles. En casos extremos, se habrán de contemplar sanciones para los despilfarradores de agua, pues ante esta contingencia se deben adoptar las disposiciones a que haya lugar. Solo con la participación responsable de todos los ibaguereños se conseguirá superar la crisis.

EL NUEVO DÍA

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