Incendios forestales y responsabilidad ciudadana

La Gobernación del Tolima declaró la alerta naranja en todo el territorio por cuenta del fenómeno del Niño, y 46 de los 47 municipios se encuentran en alerta roja por las altas probabilidades de que se presenten incendios forestales.

El Niño está causando altas temperaturas y escasez de lluvias, lo cual favorece que los pastos se sequen y se inicien llamas ante cualquier chispa. A esto se añade la irresponsabilidad de algunas personas que, por descuido o de manera deliberada, inician fogatas. De acuerdo con la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, el 95% de los incendios forestales son causados por la intervención humana, ya sea accidental o intencional.

Los perjuicios que ocasionan los incendios forestales son inconmensurables y, en ocasiones, irreparables. Dañan los suelos, ocasionan pérdida de fauna y flora, contaminan las fuentes de agua y deterioran la calidad del aire.

            Este medio de comunicación registró, por ejemplo, una denuncia de la vereda Chembe, según la cual el propietario de una finca está talando y quemando parte de la vegetación con fines productivos. Así sea en sus predios, las llamas pueden extenderse rápidamente a lugares vecinos y salirse de control. Además, según los denunciantes, estas afectaciones pueden alcanzar la microcuenca de la quebrada Chembe, una de las fuentes de abastecimiento de agua potable de la ciudad.

            En el resto del país, se han detectado manos criminales en el inicio de algunos incendios. Es el caso de Soacha donde fueron capturadas 11 personas que los provocaban con el propósito de obtener carbón vegetal. En otro hecho, que parece obra de desquiciados, un hombre fue captado prendiendo fuego en los cerros orientales de Bogotá, ciudad que está pasando por una crítica situación ambiental como producto de los incendios. En total, 26 personas han sido capturadas por estas acciones.

            En esta situación de emergencia, no valen los descuidos. Por eso las autoridades ambientales insisten en que no se boten al aire libre vidrios, latas o colillas de cigarrillos encendidas, que no se hagan quemas “controladas”, ni se enciendan fogatas. En Ibagué ya se anunciaron sanciones que comprenden penas de prisión y multas para quienes causen incendios forestales.

            En estas circunstancias difíciles, los entes ambientales tienen que actuar con prontitud para extinguir las llamas, pero son los ciudadanos los responsables de proteger el entorno natural, por lo cual su deber es reportar oportunamente a las autoridades cuando se presente un incendio y denunciar a los culpables, cuando se percaten de la comisión de un delito ambiental.

           

EL NUEVO DÍA

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