Recuperar el control

Pese a ello, el deterioro del orden público es evidente y se requieren acciones eficaces.

En las últimas dos semanas el Tolima ha sido estremecido por una alarmante racha de homicidios. La seguidilla de muertes comenzó el domingo 18 de febrero cuando dos hombres fueron asesinados por sicarios en Ibagué, uno en la vía hacia Alvarado y otro en el barrio Nazareth. 

El jueves 22, dos hermanos, de 17 y 21 años, fueron asesinados en zona rural de Fresno; al día siguiente (viernes 23) desconocidos dieron muerte a una pareja frente a su hijita de cuatro años, en la vía Líbano-Santa Teresa; el sábado un hombre fue víctima de sicarios en Guamo y el domingo, en las calles de Saldaña, hombres motorizados asesinaron a otro ciudadano. (En este recuento no se incluyeron la muerte de un joven en un intento de atraco en zona rural de Guamo y el feminicidio registrado en pleno centro de Ibagué el pasado sábado). 

Por ahora, lo que estas muertes tienen en común es que las autoridades carecen de pistas sobre los autores o los motivos de los crímenes.

A la intranquilizadora situación causada por la multiplicación de gatilleros se añade que, desde la semana pasada, está circulando un panfleto con amenazas de una “limpieza social” (homicidios selectivos) en algunos sectores de Ibagué por parte de un grupo que se autodenomina “Águilas Negra Bloque Capital”, sobre el cual las autoridades tampoco se han pronunciado.

La gobernadora del Tolima, Adriana Magali Matiz, abanderada del tema de la seguridad, ha reiterado en diferentes ocasiones su respaldo a la fuerza pública, ha anunciado que no habrá tregua para la delincuencia y les pidió al Ejército y a la Policía hacer más presencia y más controles en el territorio.

En el caso del doble homicidio en Líbano, ofreció una recompensa de 20 millones de pesos para quien dé información sobre los asesinos. Pese a ello, el deterioro del orden público es evidente y se requieren acciones eficaces. Además de más presencia en las calles y en las vías, es urgente llevar a cabo labores de inteligencia, pues se intuye que estos crímenes serían obra de grupos de delincuencia organizada, que pueden poner en jaque la seguridad de los tolimenses. 

Los alcaldes han pedido que se refuerce el pie de fuerza policial en los municipios, pero a la vez, el secretario de Seguridad y Convivencia del Departamento, Guillermo Alvira, les solicita que destinen presupuesto para apoyar estos refuerzos. Lo cierto es que hay que tomar medidas urgentes.

 

EL NUEVO DÍA

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