Claro que no importa, pues solo se aproxima Navidad, que es la época en la que los comerciantes rematan el año y eso le importa poco a la Administración, el contratista, el interventor y los organismos de control.

Por supuesto que la confrontación se extenderá por el globo pues una de las consignas del EI es expandir el terror hasta que los “infieles” no se sientan seguros de ir al mercado, a un café, al teatro o a un estadio.

A pesar de que han transcurrido casi dos años de iniciado el contrato con Constrico para la instalación de la tubería, la tarea no se ha cumplido por la ineptitud y la falta de profesionalismo de los contratistas, a quienes el tiempo no les ha alcanzado para hacer más barrabasadas y daños a lo largo de la obra

Para protegerla la periodista acudió a la cita acompañada a prudente distancia por dos funcionarios del periódico. Con gran sorpresa el contacto rompió a llorar y le confesó a la periodista que había recibido el encargo de eliminarla ya que se consideraba que era una infiltrada por el grupo guerrillero.

La terrible experiencia de un desastre de tal magnitud no puede olvidarse y, por el contrario, debe llevar a las nuevas autoridades recién elegidas a realizar todo lo necesario para prevenir potenciales desastres como el que tantas veces ha advertido Ingeominas que puede ocurrir en Coello Cocora.

Varios de los concejales han mostrado su discrepancia sobre la fórmula adoptada y la actuación del burgomaestre fue motivo de diferencias jurídicas con la gobernación, gremios y ciudadanía, que se saldaron con la determinación del Tribunal Superior de Ibagué que falló sobre la forma mas no sobre el fondo.

Pero como el asunto es la emergencia y cómo sortearla, pues no queda más remedio que acatar el llamado presidencial y ver si así se le hace el quite a más dañinas consecuencias de parte de ese incómodo huésped llamado ‘El Niño’.

Son criminales que deben ser expuestos a la picota pública y sus manipulaciones dadas a conocer para que, al menos, reciban la pertinente sanción social. Es preciso señalarlos con nombre y apellidos, incluso si han muerto, y quienes se lucran ilegalmente son sus socios, validos o herederos políticos y familiares.

A lo mejor la grosera respuesta es producto de la soberbia de quien, enquistado en un gremio, considera que nadie le puede inquirir sobre los procedimientos utilizados al interior de su organización aún si entraña el manejo de recursos del erario.

Por cierto, funcionarios que dedicaban su tiempo a elogiar a la administración y promover la candidatura ignominiosamente derrotada, ahora dan consejos sobre el consumo de carnes rojas y embutidos y el partido que proporcionó el aval al candidato abatido impúdicamente se acerca al alcalde ganador.