En alianza con la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), la Universidad ECCI fue premiada y reconocida con el proyecto “Uso de Biocombustible en Aeronaves de las FAC”, esta investigación ganó la convocatoria del Premio Anual de Ciencia, Tecnología e Innovación del Ministerio de Defensa en 2020.

Este trabajo se viene realizando desde 2017 por parte de un equipo de 25 integrantes que los forman docentes con doctorado y/o maestría junto con estudiantes de varios programas de Ingeniería Mecánica, Ingeniería Química, Ingeniería Ambiental, Ingeniería Mecatrónica y   Maestría en Ingeniería, además de investigadores con trayectoria nacional e internacional de la FAC en su Escuela de Suboficiales de la Fuerza Aérea Colombiana (ESUFA), la Escuela de Posgrados de la FAC (EPFAC), entre otras instituciones.

Este proyecto propende implementar biocombustibles colombianos en los motores de las aeronaves de la Fuerza Aérea Colombiana, basados en biomasa (aceites vegetales como palma, aceite de palmiste entre otras fuentes, los cueles son usados para producir biodiésel, así como residuos lignocelulósicos usados para obtener etanol) con el fin de sustituir los combustibles fósiles actuales, reduciendo los índices de contaminación e innovando el transporte aéreo.

“Buscamos implementar un biocombustible local que no dependa exclusivamente de los derivados del petróleo, estamos en un punto en el que los combustibles fósiles están entrando en alerta amarilla por sus reservas y Colombia no está ajeno a esto, es por eso que tenemos que buscar un combustible alternativo de modo que podamos emplearlo en este tipo de motores y que cumplan con las metas de descarbonización del país”, aseguró Vladimir Silva, docente del programa de Ingeniería Mecánica e investigador de la Universidad ECCI.

El propósito del equipo es que por ahora se realicen vuelos de prueba en aviones de la FAC en sobrevuelos sobre el territorio nacional empleando el Combustibles Sostenibles de Aviación, Sustainable Aviation Fuels (SAF) más adecuado de acuerdo a los resultados realizados en los bancos de prueba ubicados en la base CAMAN (Madrid, Cundinamarca), pero posteriormente, teniendo una certificación que lo apruebe, el objetivo es que en el país se pueda implementar comercialmente, como lo tienen proyectado muchas aerolíneas internacionales, agrupadas en la IATA que para 2050 buscan reducir el 100% de sus emisiones a partir del uso de SAF para llegar a la carbono neutralidad.

Sin embargo, para que esto suceda, se debe pasar por varias fases y pruebas, por lo que en este momento se encuentran en la segunda fase, sin embargo, en la primera, se hizo todo lo relacionado al estudio de caracterización energética y mecánica sobre dos motores aeronáuticos, uno turborreactor (J69-T25A) y otro turbohélice (PT6A-61); ya en lo que va de las dos fases, se han probado tres tipos de biocombustible para analizar su reacción en los motores empleando mezclas con Jet Fuel en diferentes proporciones.

“Los ensayos se realizaron en un banco de pruebas que está ubicado en la base aérea militar de Madrid, Cundinamarca. Tuvimos unos resultados que, desde el punto de vista científico, es posible utilizar este biocombustible sin afectar el desempeño de los motores de aviación en bancos de prueba estacionarios Sin embargo continúa la investigación, ya que el biodiesel de transesterificación conocidos como Esteres Metílicos de ácidos grasos (Fatty Acid Methyl Esters FAME) no están validados por la norma ASTM 1655 al ser oxigenados y lejos de alcanzar el punto de congelamiento requerido, manifestó Vladimir, quien además es el Investigador Principal de la segunda fase de este proyecto.

Fueron estos resultados y la reducción de los impactos ambientales la base para la utilización de biomasas colombianas, con las cuales a través del proyecto financiado por Minciencias a través de la convocatoria “Conectando conocimiento 2019”, seleccionó este proyecto que se desarrollaría como la segunda fase de la investigación. Ahora si todo sale bien, en la finalización de esta fase del proyecto, se empezarán a realizar más investigaciones que integren combustibles alternativos en aeronaves como el biojet producido por diferentes rutas de procesamiento en Colombia y más allá SAF como combustible certificado y sostenible de aviación. Igualmente se incorporará la adición de hidrogeno en la poscombustión de motores a reacción, anotó   Silva.

Quien recalcó que la Universidad ECCI en cooperación con la Fuerza Aérea Colombiana FAC y demás entidades estatales y del sector privado, está creciendo en temas de investigación y que los proyectos que realizan, los hacen con el compromiso y la pasión de llegar a estar posicionados dentro de las grandes universidades por sus efectivas investigaciones.

“Colombia tiene grandes investigadores, no hay que pensar que la gran investigación la hacen solamente en países de otros continentes, en este momento hay grandiosos estudiantes, científicos, profesores, excelentes universidades y desde que se tenga en el corazón ese sentido de traer desarrollo a nuestro territorio podemos llegar a ser un mejor país”, finalizó Silva.