Aunque pueda sonar contradictorio, un estudio reciente reveló que el chicharrón de cerdo supera a la coliflor, la espinaca y las zanahorias en términos de beneficios para la salud.

Y es que a pesar de su asociación común con alimentos perjudiciales para la salud, el chicharrón, hecho de la corteza de cerdo frita en su propia grasa, demuestra ser una elección más saludable de lo que podríamos pensar inicialmente.

Cuando pensamos en superalimentos, a menudo imaginamos alimentos novedosos cargados de beneficios para la salud. Sin embargo, un estudio publicado en la revista Plos One clasificó los alimentos en función de su contribución a los objetivos nutricionales, revelando que el chicharrón es más beneficioso de lo que podríamos haber anticipado.

Esta delicia, resultante de freír la piel de cerdo en su propia grasa, no solo supera a la coliflor, las espinacas y las zanahorias, sino que también se destaca como una grasa saludable para el corazón, rica en ácido oleico.

Aunque una pequeña porción de 57 gramos de chicharrón contiene 290 calorías, con 0% de carbohidratos, 50% de grasas y 50% de proteínas, su perfil nutricional lo coloca como una opción sorprendentemente saludable. A pesar de tener muchas calorías, estudios sugieren que su contenido de grasa insaturada puede ayudar a reducir el colesterol malo y prevenir enfermedades como la diabetes y problemas cardiovasculares.

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Esta cualidad no solo ayuda a reducir el riesgo de presión arterial alta, según sus hallazgos, sino que también contribuye al bienestar general del cuerpo, protegiendo los huesos y favoreciendo la masa corporal, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

El chicharrón: fuente de colágeno

Además de sus beneficios en proteínas y grasas saludables, el chicharrón también se presenta como una fuente natural y abundante de colágeno, esencial para la firmeza de la piel y la salud de las articulaciones y músculos. Rico en hierro, un mineral vital para el transporte de oxígeno y la producción de hemoglobina, el chicharrón ofrece un valor nutricional más amplio de lo que comúnmente se asume.

A pesar de estos beneficios, la moderación es clave al disfrutar de chicharrones. Consumirlos ocasionalmente como un placer culinario es aceptable, pero es esencial tener en cuenta su impacto en la salud general y evitar excesos. La pequeña porción que satisface los antojos puede ofrecer un deleite culinario sin comprometer la salud.

Por: EL UNIVERSAL