Cada día se evidencia más los beneficios de estimular la actividad física en los niños mientras están en el colegio y en el hogar, entre ellos, el estudio adelantado en El Salvador por los doctores Edward Wollants y Mirella Schoenberg de Wollants, del Centro de Nutrición y Dietas Wollants.

La investigación realizada en un reconocido centro educativo de ese país, demostró que con actividad física no deportiva, incluyente y permanente, se puede impactar positivamente sobre la estatura, el peso corporal, el rendimiento académico y el perfil de interacción social, elementos clave en el desarrollo de los niños en edad escolar.

Información suministrada a EL NUEVO DÍA señala que para el estudio se trabajó con una muestra de 97 estudiantes de tercer y cuarto grados de escuela primaria, de ambos sexos, y con edades entre los ocho y 14 años. Los participantes se dividieron en dos grupos: el Caso, que realizó actividades físicas adicionales por dos horas semanales y el Control, que no tuvo actividad física extra.

Uno de los principales hal­lazgos en quienes jugaron fue una significativa disminución en el peso corporal de los estudiantes sobrepeso u obesidad: mientras que en el Caso la sobre-nutrición se redujo en un ocho por ciento, en el Control sólo cayó un uno por ciento.
 
Menos indisciplina
La actividad física adicional también tuvo impacto en los aspectos psicocognitivos de los evaluados. Los problemas emocionales eran comunes en los dos grupos, atribuidos al ambiente de incertidumbre en la comunidad que rodea a la escuela.

Gracias a las dos horas adicionales por semana de juegos, los niños del Grupo Caso mejoraron su comportamiento, principalmente en las áreas de disciplina y socialización.

Otros problemas emocionales como ansiedad y distracción se presentaron con menor grado en estos infantes.

Papel de los adultos
Un niño podrá ser activo en la medida en que tenga las condiciones para hacerlo. Los padres y los centros docentes cumplen un papel fundamental para asegurar que éstos realicen la actividad física que necesita.

Motivar a los pequeños a realizar actividades recreativas como montar en bicicleta o practicar un deporte de su agrado, por lo menos una hora diaria, contribuirá a que tengan un estilo de vida saludable. Es importante también considerar que el gasto de energía dependerá del nivel de intensidad de la actividad física.