Ruth Mendoza, una mujer sin límites

HÉLMER PARRA – EL NUEVO DÍA
Gracias a la labor altruista que realiza en algunos barrios vulnerables, esta docente se ha ganado el corazón de muchos ibaguereños.

Son miles los que pasan los días quejándose o hablando de las injusticias y la desigualdad social, pero pocos los que trabajan por un mejor mañana, entre ellos Ruth Mendoza de Trujillo, es un ejemplo de vida.

Esta docente, esposa, madre y abuela, de 49 años de edad, lleva cuatro décadas luchando por mejorar el nivel de vida de cientos de mujeres en Ibagué, lo que la convierte en un modelo a seguir.

Que sea hoy, Día Internacional de la Mujer, el pretexto para resaltar la obra y entrega que viene haciendo visible hace 17 años, con la puesta en marcha de la Asociación de Madres Cabezas de Familia, Famisur, que congrega a 970 ciudadanas de los barrios del sur.

La licenciada en biología y química, con postgrado en educación sexual, de la Universidad del Tolima, suma entre los logros alcanzados con su organización y el liderazgo de varias mujeres, el haber hecho posible que desde el año 2000, 200 familias gocen de vivienda en el barrio Las Américas y que periódicamente pacientes que padecen cáncer puedan viajar a Bogotá a recibir atención.

Sumado a ello y con el apoyo de la anterior administración logró que mil 800 ibaguereñas sean hoy bachilleres, con el programa educativo Las Sabatinas, y que otras 570 vean que muy pronto podrán hacer su sueño de tener casa propia, una realidad, gracias a un lote que adquirió la administración de Jesús María Botero para un proyecto de vivienda digna en el barrio Boquerón.

Su meta próxima es lograr la apertura de la universidad de la mujer, y para ello, ayer, hizo lobby en el Instituto de Educación a Distancia de la Universidad del Tolima, Idead, en busca de establecer un convenio que permita en una primera fase, el ingreso a la educación superior de 300 madres cabeza de hogar.

“Hice contacto con la Gobernación del Tolima, la Alcaldía de Ibagué y el Idead, para la apertura de la universidad de la mujer, hay 600 inscritas que salieron de Las Sabatinas y otras de edad avanzada también bachilleres, que quieren estudiar en programas como salud ocupacional, licenciaturas en técnica infantil, agropecuaria y sistemas”, mencionó la líder.

Famisur
El próximo 21 de marzo Famisur, cumplirá 17 años de labores, pues se  fundó en 1996, mientras Ruth Mendoza de Trujillo se desempeñaba como maestra en la institución José Antonio Ricaurte.

En dicho plantel el espíritu de servicio se apoderó de ella, al observar como algunos de sus estudiantes permanecían deprimidos, con falta de interés por estudiar, además de estar en avanzado estado de desnutrición, esta problemática la llevó a indagar su origen, descubriendo que venían de hogares disfuncionales, cuyas madres se ganaban la vida como trabajadoras sexuales.

Pese a los comentarios del rector de turno, sobre que los “docentes tenían límites”, ella asumió el compromiso de cambiarle el panorama a sus alumnos, contactando a sus progenitoras, capacitándolas y apadrinando a los niños. Con el tiempo ellas dejaron sus antiguos trabajos e ingresaron a empresas.

“Esas mamitas empezaron a contarle a otras y cuando me dí cuenta, en menos de tres años, ya tenía 320 mujeres que son las fundadoras de la asociación.

“Luego seguí trabajando calladamente, toqué puertas en la Alcaldía y la Gobernación y no tuve respuesta, así que empecé por el gremio del comercio, donde encontré a dos maravillosas personas que creyeron en la entidad: Pedro Pablo Contreras, gerente de Velotax, y Carlos Alvarado, gerente de Mercacentro, quienes se convirtieron en nuestros primeros benefactores, me obsequiaban mercados, útiles escolares, muchas veces dinero”, recordó.
Con el pasar de los años se fueron vinculando  otras ibaguereñas, algunas que padecían cáncer, que recibieron atención y asesoría,  madres de niños con limitaciones físicas, desplazadas e indígenas.

Credito
EL NUEVO DÍA

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