Luz Adriana Tovar, tenacidad de dos ruedas

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Hace 11 años, esta próxima Regente en Farmacia supo que lo suyo era el ciclismo, amor que también demuestra hacia su esposo y su pequeño hijo, sus ruedas más firmes. Es la protagonista de Antes de...

Desde que a los 18 años decidió fabricar con dos ruedas el vehículo ideal para cumplir sus anhelos, Luz Adriana Tovar se ha enfrentado a grandes rivales, pero el más grande de ellos ha sido estar lejos de su pueblo: Padua, corregimiento ubicado en Herveo, que la vio nacer y crecer.

En la actualidad, esta aguerrida mujer, de 29 años, se reparte entre la preparación de rigor, la espera del grado a final como Regente en Farmacia de la Universidad del Tolima, su esposo, a quien está unida hace 10 años, y Camilo, su pequeño hijo, de ocho.

Luz Adriana atribuye sus éxitos no sólo a su perseverancia de 11 años de desempeño sobre las dos ruedas, sino, también, a la motivación que le traen Santiago Botero y Lance Armstrong, dos profesionales de quienes destaca su tenacidad y disciplina.

Portar la bandera de un país a juegos panamericanos y nacionales, dejando buen registro ante su gente, aprender de sus contendientes y buscar siempre los mejores resultados son las premisas que esta ciclista nos deja para Antes de...

“HE SALIDO VICTORIOSA”
¿Cuándo sintió a la perfección su caballito de acero?
En 2010, que fue un año muy bueno, de los mejores de mi carrera. Cuando uno logra consolidarse como deportista uno alcanza una maestría.

¿Ha tenido una dura contrarreloj? ¿Cuál ha sido?
Dividir mi tiempo entre diferentes actividades, como mi hijo, que es una carrera cuando estoy entrenando para algún campeonato.

¿Ha arrancado alguna vez antes de tiempo?
No. Todo ha sido programado y he tratado de hacer las cosas en los tiempos correctos.

¿Se ha quedado entre el pelotón?
Sí. En la vida uno vive experiencias no tan agradables y siente que es uno más en el mundo, no alguien especial y fuera de lo común.

¿Alguna carrera ganada por foto finish?
Tal vez sí, en ocasiones en que uno quiere ganar por mucho o por un poco.

¿Recuerda alguna gran escapada?
Sí. Cuando decidí salir de mi casa a los 18 años y dedicarme al deporte.

¿Le han pinchado las llantas?
Sí. En un campeonato Panamericano, la Federación, a última hora, dijo que la selección Colombia de Ruta no asistiría. Fue desmoralizante.

¿Ha afrontado curvas peligrosas?
Muchas veces. Por ejemplo, la misma decisión de haber querido ser deportista, que, por fortuna, la tomé de la mejor manera y he salido victoriosa.

¿Cuándo ha visto necesario el cambio suave?
Con mi hijo. Considero que hay que no hay que andar en punta, sino al ritmo de él y ver sus desarrollos personal y físico, estar pendiente de él y tomarse una pausa.

Su más duro premio de montaña...
Una situación difícil con mi mamá, quien tuvo problemas de salud. Pero, por fortuna, eso fue superado.

¿Cuál ha sido su gran pique?
Cuando pude por fin consolidarme y ser Selección Colombia de Ruta, en 2011, luego de muchos años de lucha.

¿Se ha demorado alguna vez en llegar a la meta?
Claro, ser Selección Colombia fue un proceso muy largo y difícil y, por fortuna, se pudo conseguir.

¿Ha tenido que transitar por caminos de herradura?
Claro, en dificultades como las económicas, porque a veces falta apoyo o no se puede asistir a las carreras. Es cambiar de una autopista a un camino destapado donde no hay qué hacer.

¿Se ha quedado a mitad de carrera?
No. Hasta donde voy, todo lo que he emprendido lo he terminado.

¿Se sintió alguna vez confiada de andar sin casco ni rodilleras?
No. Siempre necesito esa protección; en mi caso, son mi esposo y mi entrenador, el baluarte de todo lo deportivo. Mi protección número uno.

¿Cuál ha sido su mejor entrenador?
Mi esposo. Siempre ha estado ahí y hemos trabajado juntos por los objetivos personales y profesionales.

En el amor, ¿le gustan los ascensos o las bajadas?
Prefiero el terreno llano. No una relación tan precipitosa como el descenso o tan complicada como el ascenso. Creo que en mi vida amorosa hay estabilidad, pues tengo una familia de por medio.

Credito
HERNÁN CAMILO YEPES VÁSQUEZ

Comentarios